tag:blogger.com,1999:blog-83680073443665125122024-02-21T23:38:41.490-08:00Poético, Profético, Poliédriconestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.comBlogger42125tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-52316719108278646132012-05-26T20:33:00.000-07:002013-04-03T21:58:06.503-07:00El reto de los treinta libros: día 24 - Uno que no le prestaría a nadie<div style="text-align: justify;">
Yo presto todos mis libros. Sin problema. Será porque no tengo -ni me interesa tener- algún ejemplar lujoso, algún incunable. Prefiero comprar libros usados, o ejemplares de saldos. Y no por tacañería, sino porque creo que un libro usado, un libro viejo, tiene más para decir. Tiene historia, aparte de la historia que contiene. Una historia adosada. La de las manos que tocaron sus hojas. La de las lágrimas que tal vez lo mojaron, ahora absorbidas por el entramado del papel, prisioneras para siempre. La del señalador abandonado, o la del boleto de colectivo que se usó como tal en algún viaje interminable (cuando había boletos en el transporte público). La del envoltorio de golosina, o de la flor disecada, que aún espera en vano salir de su prensa de letras para adornar alguna carta de amor. Y también están a veces las anotaciones al margen, en lápiz: fechas, recordatorios, números de teléfono, citas... Todas señales de una historia entre libro y lector. Me gusta coleccionar esas historias que apenas pueden vislumbrarse.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una historia de ésas: a mis veinte años, en mi primer trabajo, un amigo me prestó un libro de su hermano, muy apreciado por éste. Se trataba del ensayo en inglés sobre <b>Los Caprichos de Goya</b>,<b> </b>de Editorial Dover, con comentarios de <b>Philip Hofer</b>, un volumen de muy buena edición, con los 80 dibujos del genial pintor, y -al parecer, pues no soy un gran lector en inglés- un sesudo estudio de la obra. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El libro se me perdió. Estuve dos semanas buscándolo por toda la casa, sin resultado. Y había llegado a creer que lo había extraviado en el colectivo. Pasó un mes y mi compañero de trabajo me preguntó qué me había parecido, y me pidió, que, si lo había terminado de leer, se lo devolviera, pues su hermano lo necesitaba. Casi se me paró el corazón. No recuerdo qué excusa usé, pero la cuestión es que zafé.<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9hkMbtNlkz46Wn1ApFSE21FlBzQuUCY3TZkDJzBZ-afN4ytnODJ__Uce9pmsGVAO3GX5i29oQvJUhf8sSryXdVJfzn_1VNWZcl1yAm3ZZxs9ZfPgNgLWKHrQgc7oxoU0Hgt2Z-NSsx7w/s1600/Goya.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9hkMbtNlkz46Wn1ApFSE21FlBzQuUCY3TZkDJzBZ-afN4ytnODJ__Uce9pmsGVAO3GX5i29oQvJUhf8sSryXdVJfzn_1VNWZcl1yAm3ZZxs9ZfPgNgLWKHrQgc7oxoU0Hgt2Z-NSsx7w/s1600/Goya.jpg" /></a>Después de un tiempo, de manera completamente insólita, apareció en la biblioteca de mi casa de la infancia. ¿Cómo? No lo sé, aún hoy. Cuando lo devolví a mi amigo, como respuesta a su pregunta "¿Qué te pareció?" dije toda la verdad: que lo había perdido, que no supe qué hacer mientras tanto, y que, finalmente apareció de manera inesperada.<br />
<br />
Lo más irreal fue su reacción. No se enojó. Sólo se río, y dijo:<br />
<br />
-No te preocupes, este libro siempre hace lo mismo. Es un libro andariego. A mi hermano se le pierde cada dos por tres y vuelve siempre.<br />
<br />
Juro que no estoy haciendo ficción al escribir esto. Así fueron las cosas. Misterio para los <b>Ghosts Hunters </b>de <b>SyFy</b>. O se trata de uno de los libros viajeros del tiempo de <b>"Fábulas invernales"</b>, de <b>Carlos Gardini</b>.<br />
<br />
La verdad es que, si poseyera ese libro, no se lo prestaría a nadie. Más bien lo sujetaría a la biblioteca.</div>
nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-10035903966376125732011-09-29T20:30:00.000-07:002013-04-03T21:01:38.799-07:00El reto de los treinta libros: día 23 - Uno que te gustaría volver a leer en tu vejez<div style="text-align: justify;">
La consigna de hoy es sorprendente porque uno inmediatamente se pregunta si hay momentos más propicios que otros para leer un libro. O, en este caso, para releerlo. Ahora bien, cuando uno se propone releer, puede ocurrir que lo que antes había sido la mejor lectura de tu vida ahora sea -en el mejor de los casos- un libro trivial. O incluso peor: un bodrio. Es el riesgo de la relectura. Vamos cambiando. Como personas, y por ende, como lectores. Y los libros también cambian. Ganan popularidad, O no. Se hacen obsoletos, o permanecen vigentes. Es la magia de la literatura: está viva. Y, como en todo vínculo entre entes, la conexión azarosa entre lector y autor -a través del libro/puente- sufre avatares.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo esto me sirve para decir que no sabría con precisión qué me gustaría leer de viejito. Sí sé que me gustaría llegar a viejito muy lector, lo que equivale a decir sano y lúcido, y lleno aún de ganas por la maravilla, sin haber gastado del todo la capacidad de asombro. Gran desafío.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mejor aún. Me gustaría llegar muy escritor. Estamos trabajando para eso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimIbOKDhJ7LJQ8FDBtTxkM29E5jFa-ULyutoQNB404NxFxXrqrM4hpIw_r4bMTltOiPBntxwL747ojFsDcOpn-FD_MyOVfjdJcRujLjupLn9thIHPcdQwLP-y8d3fajwFWkPJSE8-IRPs/s1600/ted.bmp" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" kca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimIbOKDhJ7LJQ8FDBtTxkM29E5jFa-ULyutoQNB404NxFxXrqrM4hpIw_r4bMTltOiPBntxwL747ojFsDcOpn-FD_MyOVfjdJcRujLjupLn9thIHPcdQwLP-y8d3fajwFWkPJSE8-IRPs/s1600/ted.bmp" /></a></div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
Ya pasado el preámbulo, creo que hay un libro que me gustaría volver a leer de viejo: <strong>"Cuerpodivino"</strong>, de <strong>Theodore Sturgeon</strong>. Sé de sobra que a todos los admiradores de <strong>Sturgeon</strong> -entre los cuales me cuento-, esta novela póstuma de Ted les parece detestable, por sensiblera, por soft porno, por la temática... Lo sé. Pero a mí <strong>"Godbody"</strong> me gustó muchísmo, porque propone una visión del cristianismo más próxima a la original; porque no es pacato, sino que -sin quedarse en la mera pornografía- recobra el aspecto divino del sexo; porque uno de los ejes de la historia es la redención, pero la redención que la persona elige por iniciativa propia, porque descubre qué le conviene, y opta por lo mejor.</div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<br /></div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
Y también me parece más que interesante el modelo de Cristo que propone <strong>Sturgeon</strong>. Y la técnica narrativa de la novela, en la que se usan con pericia distintos puntos de vista para relatar los mismos sucesos.</div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<br /></div>
De la historia, no voy a contar nada. Descúbranla ustedes. O quédense con la versión de la mayoría de los críticos. Yo creo que es un libro "cambiavidas".</div>
nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-74308294715917984792011-09-27T22:06:00.000-07:002011-09-27T22:28:15.310-07:00El reto de los treinta libros: día 22 - Uno de poemas (no valen antologías)<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Yo no soy un gran lector de poesía. He descubierto que, en muchos sentidos, me es más fácil escribir poemas que narrativa, lo cual me enoja. Pero sí sé que soy mejor lector de narrativa que de poesía. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF_Mx3FHA2AKNDFhuyFhgtiMVszb7rX-w25TQzmbsryPIPi0UyJ7EZfem7BzR4-BADIdOPVq8wnf53dYirMDP6f31UKwlcjIVcvTnFywuChK6RBUZjal3J8-5xb1eccaL-nSEnWUjW8RU/s1600/GUITARRA_NEGRA.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" kca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF_Mx3FHA2AKNDFhuyFhgtiMVszb7rX-w25TQzmbsryPIPi0UyJ7EZfem7BzR4-BADIdOPVq8wnf53dYirMDP6f31UKwlcjIVcvTnFywuChK6RBUZjal3J8-5xb1eccaL-nSEnWUjW8RU/s320/GUITARRA_NEGRA.jpg" width="224" /></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo hay un libro de poemas que me encanta, uno que resalta en el recuerdo de los pocos que he leído, los cuales son una recopilación de la obra de <strong>Alfonsina Storni</strong>; un libro de poemas de <strong>Conrado Nalé Roxlo</strong> (cuyo título no recuerdo); <strong>"Cancionero y romancero de ausencias"</strong>, de <strong>Miguel Hernández</strong>; y el libro que nos ocupa hoy: <strong>"Guitarra negra"</strong>, de <strong>Luis Alberto Spinetta</strong>, un artista que es pilar de la historia del rock argentino. Una leyenda viva.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se trata de un libro un poco difícil de conseguir, pues se hizo una escasa edición en 1977, nada más. Huelga decir que no fue popular para nada, pues basta ver la lírica de las canciones del Flaco para darse cuenta que no estamos frente a un artista del <em>mainstream</em>. <strong>"Guitarra negra"</strong> es un libro que mezcla en sus versos el surrealismo, la prosa poética y el arte del aforismo, una especie única de aforismo. No ese aforismo autoayudesco (perdón por el neologismo cacofónico), o didáctico. Mucho menos el aforismo a la <strong>Narosky</strong>. Estamos hablando de un aforismo profundo y, por momentos, casi desconcertante. Y es obvia la influencia de <strong>Antonin Artaud</strong>. De hecho los poemas incluidos fueron recopilados desde la época en que <strong>Pescado Rabioso</strong> (una de las más célebres bandas de rock formadas por el Flaco), grababa su último álbum:<strong> "Artaud"</strong>.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cómo llegó a mis manos? De forma insólita. La mamá de mi primera novia lo tenía arrumbado por ahí, y mientras yo ayudaba a ordenar un galpón viejo, lo encontré. Estoy casi seguro que intenté convencerla de que me lo regalara, pero seguro que no lo logré, porque recuerdo que lo hice fotocopiar y encuadernar por un amigo que también lo quería. Y también sé que luego lo presté, y que nunca más volvió a mis manos.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero les dejo el link de un blog donde podemos hallar </span><a href="http://guitarranegra.blog.com/"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">"Guitarra negra"</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, el libro completo.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De todos modos, voy a citar algunos versos pertenecientes a poemas distintos, versos seleccionados, los cuales me parecen de otro mundo. Qué lindo escribe el Flaco:</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">"Toma tus terráqueas y ásperas sogas</span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">y despréndete humildemente de tu trono."</span><br />
<br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">"Pero la atrofiada mandíbula…</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Estamos atrofiados por demás.</span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Aun si no tuviéramos bocas</span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">estaríamos comiendo carne apenas con los párpados."</span><br />
<br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">"Con los roperos,</span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">viviendo con los roperos,</span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">aprendió a saludar</span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">con ruido de puerta."</span><br />
<br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">"El hombre que camina y no sabe lo que busca</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">se ha declarado arena</span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">y podría sentirse sol entre las algas y los ripios."</span></div><div style="text-align: center;"><br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y ahora les transcribo dos poemas que me parecen los más hermosos del libro:</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">"Enumeramos ahora ciertas cosas:</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">CUERPO, CIELO, PALABRA y ACTO.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Cuerpo es el sinfín, donde experimentamos cada sensación por separado,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">corno granos de arena y cada sensación en su totalidad, como arena.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Cielo es el punto al que nuestra vista identifica</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">más velozmente, por cubrirlo todo.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Palabra es la cara de la voz y es el sitio intermedio</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">entre el cuerpo y el cielo.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Acto fue el de los hombres que, al verse atrapados</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">en el paraíso, intentaron escapar del cielo."</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span> </div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">"LA MUJER</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Una mujer</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">desde otra tarde,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">salpicada por un profundo espejo.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Tirada en el abismo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">con sus menstruos carmín</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">depositados en el limo natural</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">con la precisión de besos.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Una damisela realmente celeste.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Vestidos de espuma dilatados,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">corsés rosa,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">adornos y teñidos.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Una mujer con collares</span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">con ojos manuscritos</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">con pezones labiales y suaves</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">con sombreros de pétalos tan claros.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Una mujer dada a su propio mundo,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">mundo que la deglute</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">y que te da los rayos.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Le da canastos con frutas e hijos,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">miembros que la deshacen</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">y la vuelven a hacer nacer.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Barriletes en azoteas,</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">ligustros blancos.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Una mujer transportada es un misterio.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Donde rozan sus pies dialogan flores</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">y aparecen sangres."</span></div><div style="text-align: center;"><br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Bueno. Basta, porque si sigo voy a transcribir todo el poemario. Lo recomiendo con todo mi entusiasmo.</span></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-17548544298920483622011-09-27T05:03:00.000-07:002011-09-27T05:15:57.581-07:00El reto de los treinta libros: día 21 - Uno de cuentos (no valen antologías)<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLulRd8Rs3bFq-XOfoRad7Dm3osj7SWo0q6RgJhkqgIyn29WaOXHfRORGxua-LcWDZPqbmHdeERsTOrxp9vn98HAaOvy7NBRzUq0JB5uUDLos6cGskH5aPNwB5Zc7eRiMLRkksSnHVKZU/s1600/Tiempo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" kca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLulRd8Rs3bFq-XOfoRad7Dm3osj7SWo0q6RgJhkqgIyn29WaOXHfRORGxua-LcWDZPqbmHdeERsTOrxp9vn98HAaOvy7NBRzUq0JB5uUDLos6cGskH5aPNwB5Zc7eRiMLRkksSnHVKZU/s1600/Tiempo.jpg" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Para la consigna del día 21, mucho libros llegaron a la final: <strong>"Crónicas marcianas"</strong>, de Ray <strong>Bradbury</strong>, <strong>"Artificios"</strong>, de <strong>Borges</strong>; y <strong>"El amor es un número imaginario"</strong>, de <strong>Roger Zelazny</strong>. Pero hoy elijo a <strong>Alejo Carpentier</strong>, y sus tres cuentos largos editados por Alianza Cien en <strong>"Guerra del tiempo"</strong>, un librito que me pareció muy bonito, muy entretenido, y, como si fuera poco todo esto, también me resultó muy profundo. Los tres relatos son: en primer lugar el famoso <strong>"Viaje a la semilla";</strong> luego<strong> "Semejante a la noche"</strong>, (el que más me gustó); y por ùltimo <strong>"El camino de Santiago"</strong>. <strong>"Guerra del tiempo"</strong> se editó originalmente en 1958.</div></div></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Al cubano <strong>Carpentier</strong> se lo inscribe en el realismo mágico, y se lo compara con <strong>García Márquez</strong>, aunque muchos difieren, habiendo inventado otras etiquetas para definir su estilo barroco y exuberante. Lo cierto es que a mí no me interesa dónde debe ir colocada la obra de <strong>Carpentier</strong>. A mí me gusta y punto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los tres relatos de este libro muestran sendas variaciones del discurrir del tiempo. En <strong>"Viaje a la semilla"</strong> tenemos la regresión de los sucesos, hasta el vientre materno. En <strong>"Semejante a la noche"</strong> vemos saltos de tiempo, en los cuales la semejanza une distintos acontecimientos en la vida del protagonista, aunque entre ellos medien cientos de años desde el punto de vista histórico. Así el protagonista, un marinero a punto de zarpar, siempre parece estar varado en el momento previo a la partida. Magistral. Y en <strong>"El camino de Santigo"</strong> -el cual es el cuento más elaborado del terceto, en el que el escritor cubano hace gala de una enorme cantidad de conocimientos históricos y geográficos-, la variante es la del tiempo cíclico, unido al entrecruzamiento de los sistemas espaciales (Viejo Mundo y Nuevo Mundo), encarnado en el mismo personaje una y otra vez, Juan, que posee cuatro apellidos distintos, según la etapa del ciclo que atraviesa, y del cual es una especie de víctima.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La complejidad de las tramas históricas y de los puntos de vista va en aumento a medida que se avanza de un cuento a otro. Y cabe destacar la lucidez de <strong>Carpentier</strong> para tejer esos mundos oníricos donde los continentes y la eras, las ciudades y los siglos, se barajan otra vez, apareándose equívocamente. Y su maestría reside en que en la nueva cosmología de cada relato no se notan las costuras; las trancisiones son apenas perceptibles. Casi podría decirse que su manía de establecer otros cursos históricos en geografías familiares pero ajenas a la vez, raya en la ambición de la ucronía. Los cuentos de este libro me recuerdan también el clima ligeramente opresivo del universo paralelo de <strong>"La trama celeste"</strong>, de <strong>Bioy Casares</strong>.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Les dejo un link sobre un <a href="http://agapimu9.skyrock.com/1469866582-MEDIO-SIGLO-DE-LA-COLECCION-DE-RELATOS-GUERRA-DEL-TIEMPO-DE-ALEJO.html">artículo muy interesante respecto de "La guerra del tiempo"</a>.</div><div style="text-align: justify;"></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-41024099764082283522011-09-25T20:29:00.000-07:002011-09-29T20:50:00.164-07:00El reto de los treinta libros: día 20 - Un libro que te haya sorprendido por lo malo<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiro_8TPB6t2dp85BDfSUZYEvEX5uYlOnFXC6h1Gc9K8qPeXpYCoQsSIHcPaTzRt3vxIEcQjujuaRca0lCRckMa2AhLLzyP8b4Pnx2CaxBJoibVclAJwGofEaMz7YBdC69DWj8fXOaVxG0/s1600/Mirkheim.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" hca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiro_8TPB6t2dp85BDfSUZYEvEX5uYlOnFXC6h1Gc9K8qPeXpYCoQsSIHcPaTzRt3vxIEcQjujuaRca0lCRckMa2AhLLzyP8b4Pnx2CaxBJoibVclAJwGofEaMz7YBdC69DWj8fXOaVxG0/s1600/Mirkheim.jpg" /></a>Hay un libro de CF que no volvería a leer nunca, porque me pareció muy malo. Me estoy refiriendo a <strong>"Mirkheim"</strong>, de <strong>Poul Anderson</strong>. Lo terminé a la fuerza, para ver cuán decepcionante me resultaba al final. Y la verdad fue muy decepcionante. No recuerdo casi nada de la historia, y los personajes me parecieron de cartón, olvidables y hasta ridículos, como en el caso de <strong>Atontado</strong>, el androide de la tripulación del prota, un aventurero onda <strong>Han Solo</strong>, pero mucho más estereotipado. Y <strong>Atontado</strong> hoy me hace pensar en una burda parodia de <strong>Bender</strong>, de <strong>"Futurama"</strong>. </div></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>"Mirkheim"</strong> es el nombre de un planeta que tiempo atrás fue arrasado por una supernova, y ahora es rico en metales superpesados, por los cuales algunas civilizaciones se enfrentan en un conflicto de proporciones galácticas. No hay mucho más para contar. Es como una mala puesta en escena de <strong>"Dune"</strong>, despojada, mal escrita y mal actuada.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">De todos modos, sobre gustos no hay nada escrito. Vi varios comentarios en la web que dicen que es la mejor novela de <strong>Anderson</strong>. Si es así, no querría leer las peores. Ahora bien, al <strong>Anderson</strong> cuentista me gusta. Lean, como muestra, <strong>"La reina del aire y la oscuridad"</strong>.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Pero no lean <strong>"Mirkheim"</strong>.</div></div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-13085140081847670142011-09-25T17:40:00.000-07:002011-09-29T20:50:23.083-07:00El reto de los treinta libros: día 19 - Un libro que te haya sorprendido por lo bueno<div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk9Uu5VMbEv7C1vqBSOtTl6LaSla09EtlwuO9DvWqAsVjd8iwT8TS7Bw0xC80YNA5eWdoIgKpfzY88TrEMlk1mQd89-x9EYc28uA5MnfTJtNEd0-35H3IL_-AIog-97L_IPoh_eDR_J_k/s1600/carbono.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" hca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk9Uu5VMbEv7C1vqBSOtTl6LaSla09EtlwuO9DvWqAsVjd8iwT8TS7Bw0xC80YNA5eWdoIgKpfzY88TrEMlk1mQd89-x9EYc28uA5MnfTJtNEd0-35H3IL_-AIog-97L_IPoh_eDR_J_k/s1600/carbono.jpg" /></a>Sin duda, el mejor libro que leí durante este año es <strong>“Carbono alterado”</strong>, de <strong>Richard Morgan</strong>. Se trata de un policial de CF, pero muy, muy oscuro. Negro. Negrísimo. Me encantó. Supuestamente es la primera novela de este escritor escocés. Digo ‘supuestamente’, porque parece increíble que alguien se descuelgue con una ópera prima de este calibre.<br />
<br />
</div></div><div style="text-align: justify;">En el universo de <strong>“Carbono alterado”</strong>, la humanidad llegó a la última frontera cibernética: la posibilidad de digitalizar la conciencia, de modo que la personalidad y los recuerdos pueden almacenarse en un disco rígido situado en la base del cráneo. Imaginen todo lo que se desprende de esto: la opción de emitir copias de respaldo, para seguir viviendo -casi indefinidamente-, recargándolas en clones de tu cuerpo (si es que tienes mucho dinero, claro); el <em>hackeo</em> de la personalidad y de los recuerdos; la posibilidad de habitar dos cuerpos a la vez, con duplicación del disco… Una locura. Hay algunas ideas expuestas por <strong>Morgan</strong> que son muy inquietantes. Por ejemplo, si tu enemigo está a tu merced, y tú quieres propinarle una tortura ejemplar, de modo que cante todo cuánto sepa, podrías, como alternativa, recurrir a la tortura virtual, un tormento que puede resultar peor que el físico. Y si no ello ni alcanza a satisfacer tu saña, suponiendo que tu némesis sea del sexo masculino, podrías migrar su conciencia a un cuerpo femenino para vejarlo reiteradas veces. Otra idea mórbida: si te aficionas a alguna clase de parafilia, bueno, ahora hay más posibilidades. Por ejemplo, insertar tu disco en el cuerpo de una mujer si eres hombre. O a la inversa. O en el de un animal, como una perra. O en el de un feroz tigre macho que está en celo. En la novela los cuerpos son verdaderos objetos de mercado, una metáfora de las tendencias que ya vemos hoy.<br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;">Y como no podía ser de otro modo, todo este marco sirve de entarimado para una sórdida trama donde la violencia, el sexo –en todas sus variantes- y las drogas más extraordinarias son moneda corriente, algo que ya se cae de maduro, después de todos los atisbos que di.<br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;">El prota es un <em>outsider</em>, ex-miembro de las Brigadas, una fuerza de choque interplanetaria con un adiestramiento muy feroz, <strong>Takeshi Kovacs</strong>. Y es un gran personaje. Y también lo son las mujeres que se disputan su lecho o su amor. Y su archienemiga también lo es.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La sensación que tengo es que una vez aque pasé la página nº 100, me deslicé en un tobogan hasta el fin. Hacía mucho tiempo que no leía un libro con tantas ganas, tal vez desde <strong>"Hacedor de estrellas"</strong>, de <strong>Stapledon</strong>. Debo decir que muchos dicen que se trata de un refrito de lugares comunes, y que no tiene ideas originales. Pero a mi me gustó mucho igual. Gracias a Dios que ya sabemos que los críticos no son la Última Verdad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bueno. Eso. Si les gusta el ciberpunk lleno de sordidez, tecnología y acción violenta, lean <strong>"Carbono alterado"</strong>.</div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-47226950069012839942011-09-23T05:41:00.000-07:002011-09-29T20:50:47.893-07:00Reto de los treinta libros: día 18 - El libro que más veces leíste<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 3; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Sin duda, en esta categoría va <strong>“La mano izquierda de la oscuridad”</strong>, de <strong>Úrsula K. Le Guin</strong>. Como mínimo, he leído este libro seis veces. Y de todas las lecturas salí satisfecho, cada vez más enamorado de Gueden, el mundo que ilustra con tanta poesía y precisión doña Úrsula. Creo que todos reconocen que esta novela y <strong>"Los desposeídos"</strong> son la obra cumbre de <strong>Le Guin</strong>. Las dos son maravillosas, pero a mí me gusta un poquito más <strong>"La mano izquierda..."</strong>. Según mi ranking, luego de estas dos, siguen -dentro del ciclo Hainish, o sea, de la serie de</span><span style="mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> novelas cuyas historias transcurren dentro del mismo universo, el del Ecumen- <strong>"El mundo de Rocannon"</strong>, <strong>"El nombre del mundo es bosque"</strong> y <strong>"El planeta del exilio"</strong>. También hay otros libros muy interesantes de <strong>Le Guin</strong>, como <strong>"Países imaginarios"</strong> y <strong>"Planos paralelos"</strong>. Ahora bien, con respecto a la <strong>Saga de Terramar</strong>, me confieso un completo ignorante, tal vez porque no soy un apasionado lector de Fantasía, aunque imagino que la Fantasía de <strong>Le Guin</strong> ha de ser muy buena.</span></span><br />
<br />
</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX2Kf2-ZGGlQtxeDg7oIexdEHuOt1wNLYIr-kuM8Sd33IY-x9Y7Sytiz5qopomD2RC0rqORDJVL2OdCD-kr29eNeSbziInZ67ckmEwg711WxlN5wCx-uoPNie8FX6dE6GZsytLMI8QKuQ/s1600/le+guin.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" hca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX2Kf2-ZGGlQtxeDg7oIexdEHuOt1wNLYIr-kuM8Sd33IY-x9Y7Sytiz5qopomD2RC0rqORDJVL2OdCD-kr29eNeSbziInZ67ckmEwg711WxlN5wCx-uoPNie8FX6dE6GZsytLMI8QKuQ/s1600/le+guin.jpg" /></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hay muchos fa<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX2Kf2-ZGGlQtxeDg7oIexdEHuOt1wNLYIr-kuM8Sd33IY-x9Y7Sytiz5qopomD2RC0rqORDJVL2OdCD-kr29eNeSbziInZ67ckmEwg711WxlN5wCx-uoPNie8FX6dE6GZsytLMI8QKuQ/s1600/le+guin.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></a>ctores que se suman magistralmente para hacer de <strong>"La mano izquierda..."</strong> un libro inolvidable. En primer lugar, los personajes. Estoy seguro que <strong>Estraven</strong> está entre los mejores personajes de la CF del siglo XX. Por otro lado, Gueden -o Invierno, el nombre coloquial que recibe- es un mundo muy sólidamente construido desde lo literario. Hay un trabajo minucioso en la geografía, en la geopolítica, en el aspecto religioso, en la mitología, etc... que es destacable. Además, en la novela se conjugan algunas ideas muy buenas, como la del sexo de los guedenianos, que son hermafroditas latentes. Los homínidos de Gueden definen su sexo durante la época de celo, el <em>kemmer</em>, lo que ocurre un vez por mes. Dependiendo del predominio hormonal del entorno, el sujeto en cuestión puede transformarse en macho o en hembra, indistintamente, adaptádose así a la situación. O sea que todos pueden ser padres y madres a lo largo de sus vidas, puesto que no siempre el <em>kemmer</em> los lleva a asumir el mismo sexo cada vez. Imaginen el choque cultural del adelantado <strong>Gently Ai</strong>, el prota de la novela, que tiene que convencer a los gobernantes guedenianos de las ventajas de pertenecer al Ecumen, la liga de mundos de la que él es embajador. Ai es un hombre macho. Para los guedenianos alguien como él esta en <em>kemmer</em> permanente, persistiendo en un sólo sexo. Todo ello es la tipificación de un monstruoso pervertido sexual en Invierno.</span><br />
<br />
</div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Otra idea magistral es la del rito de la profecía de una de las religiones de Gueden, donde los oráculos son grupos de personas -entre los cuales debe haber forzosamente un perverso sexual, alguien que, mediante la ingestión de hormonas permanece anclado en el mismo sexo a lo largo del tiempo-, cuya sinergía trae la respuesta a la pregunta del interesado. Quien dirige las energías de la mancomunión profética es el tejedor. En la novela, <strong>Faxe</strong>, un tejedor, dice una de las frases que más impactaron dentro de la CF (cito de memoria, seguro que estoy parafraseando): "No se trata de conseguir la respuesta exacta, sino de preguntar correctamente. Si no, uno puede conseguir la respuesta correcta de una pregunta errónea, lo que es lo mismo que nada".</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Qué más decir? ¿Hablar del <strong>Sarf</strong>, la policía secreta? ¿De los vívidos espisodios que atraviesa <strong>Ai</strong> dentro de la granja de detención? ¿De la cronología guedeniana, en la cual todos y cada uno de los años es el año cero? ¿De las fábulas guedenianas que <strong>Le Guin</strong> entreteje entre capítulo y capítulo? ¿Del periplo final de <strong>Estraven </strong>y <strong>Ai</strong>, cruzando el polo?</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>"La mano izquierda..."</strong> es un clásico que trasciende el género para hablarnos de la condición humana, poniendo sobre el tapete temas que son siempre actuales en el mundo de hoy: el nacionalismo y el chauvinismo, la discriminación sexual y étnica, la amistad y la traición, la inutilidad de señalar diferencias cuando no hay marco de referencia. Y encima su historia es muy bella, y está narrada con una pericia estilística maravillosa.</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><em>Nusud</em>. Recomiendo enfáticamente este libro. Una y mil veces.</span></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-22286175820888408532011-09-21T14:35:00.000-07:002011-09-29T20:51:12.096-07:00Reto de los treinta libros: día 17 - Un libro de este año<div style="text-align: justify;">¿Un libro que haya salido este año? Generalmente no leo los libros apenas salen, pero hay una excepción en este 2011: <strong>"Una simple palabra"</strong>, de <strong>Claudia Cortalezzi</strong>. Este es el primero de los libros del <a href="http://edicionesandromeda.blogspot.com/">Proyecto de Ediciones Andrómeda</a>, un interesante proyecto colaborativo que reúne a más de 100 escritores, entre los cuales me incluyo.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiT4x1TAYM5-1y4eMNxB0-w0V6glSZlzAz5VVnvmuITv2Q1X5nEYJJGhVn9GHGiKYlU6OMllsK1ZZCFe5QmS981uITJMwiyTqazkEuQrP1SQmoZ-2lvB18EqHfFtfaJrYZCOSfZxnXovs/s1600/claudia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><strong><img border="0" hca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiT4x1TAYM5-1y4eMNxB0-w0V6glSZlzAz5VVnvmuITv2Q1X5nEYJJGhVn9GHGiKYlU6OMllsK1ZZCFe5QmS981uITJMwiyTqazkEuQrP1SQmoZ-2lvB18EqHfFtfaJrYZCOSfZxnXovs/s1600/claudia.jpg" /></strong></a><strong>"Una simple palabra"</strong> es una novela corta, de prosa limpia y sencilla, que pinta secuencias vívidamente cruentas que resuenan en la cabeza de cualquier lector, y se deja leer de un tirón. Pero bajo la simpleza de la forma subyace un complejo mundo donde la realidad se disloca por momentos, dando paso a personajes muy extraños, verdaderamente extravagantes, que son los encargados de propinar sufrimiento y -a la vez- otorgar la posibilidad de redención a los protagonistas. Estos últimos son tres, y están ligados por un hecho sangriento en el que se les propone un desafío, que, una vez implantado en sus vidas durante la infancia, los acompañará durante toda la existencia, latente. Llegado el momento clave se les demandará la resolución satisfactoria de tal desafío, y de ello dependerá el modo en el que vivirán lo que les reste de vida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me saco el sombrero ante la autora, porque su libro, al final, adquiere un vuelo que me hizo recordar al desenlace de <strong>"El lobo estepario"</strong>, de <strong>Hesse</strong>, aún a pesar de que sé que las imposiciones editoriales la han obligado a apresurar los embates cruelmente fantásticos del climax, que no dan descanso al lector.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Recomiendo <strong>"Una simple palabra"</strong>. Muy buena novela.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Todavía me debo hacerme una escapada a la dirección del Pasaje de la Garantías mencionada en el libro, un lugar dónde ocurren hechos muy raros, je, y del cual estoy a pocas cuadras. ¿Me encontraré con alguno de los diabólicos pero patéticos hombrecitos de rojo, detrás de las rejas oxidadas?</div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-70824556807223861782011-09-21T08:18:00.000-07:002011-09-29T20:53:04.789-07:00Reto de los treinta libros: día 16 - Un libro ruso... que sí hayas leído<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnwYLz5uPl-oXjSKUzWDVI_-bhhb0w2jWLsHWzIGwgktI3XLVc2qa43qUQePQZoEDUaB-ujJ7HMDiPgBxPj7GE3OjGrrXUoB9OC2dLeDsoNEf_qaYVq2dce0UmTw14sNFVimaX1c1EnVQ/s1600/Rusa.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" hca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnwYLz5uPl-oXjSKUzWDVI_-bhhb0w2jWLsHWzIGwgktI3XLVc2qa43qUQePQZoEDUaB-ujJ7HMDiPgBxPj7GE3OjGrrXUoB9OC2dLeDsoNEf_qaYVq2dce0UmTw14sNFVimaX1c1EnVQ/s1600/Rusa.jpg" /></a>De casualidad que no quedo en blanco con la consigna de hoy. El único libro ruso que terminé es <strong>“Lo mejor de la ciencia ficción rusa”</strong>, una antología de mediados de los sesentas. (¡Oh! ¡Qué mal lector! No he leído ninguno de los clásicos del Este, che. Ni a <strong>Tolstoi</strong>, ni a <strong>Dostoievski</strong>.) Antes de ése, había intentado leer una novela rusa de espionaje, cargada de doctrinas comunistas, (que debe ser muy interesante, supongo): <strong>“El montaje”</strong>, de <strong>Vladimir Volkoff</strong>, ya que había quedado muy entusiasmado con <strong>“El enigma romano”</strong>, de <strong>Walter E. Murphy</strong>. Pero el camarada <strong>Volkoff</strong> fue demasiado para mí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No tengo mucho para decir de <strong>“Lo mejor de la ciencia ficción rusa”</strong>, sólo que no recuerdo cómo el libro llegó a mis manos, ni cómo se fue de ellas. También sé que el cuento de los hermanos <strong>Strugatski</strong>, <strong>"Las seis cerillas"</strong>, fue el que más me gustó.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hoy he ventilado mi deuda pendiente con la literatura rusa, amigos.</div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-68273995718149662272011-09-19T13:16:00.000-07:002011-09-29T20:53:29.924-07:00El reto de los treinta libros: día 15 - Un libro que hayas amado hace años y del que hoy reniegas<div style="text-align: justify;">No hay muchos libros de los que reniegue. En líneas generales, los que no volvería a leer son los que de entrada tampoco me impactaron mucho. Pero de casi ninguno diría que reniego. Casi. Por eso para la premisa del día 15, luego de mucho pensar, decidí elegir a <strong>Isaac Asimov</strong> y su <strong>“Preludio a la Fundación”</strong>.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU8SXaiDdMTV87276LsRSSllxTj6EuqtsrRYzvs4kPl0TW6lERMXI55r_8m4PZDKbopARMQuwkGAuP_8vE-y16evqTZODEwOuInaxbiypPKR_NDf78ZnCzbvTucz6CAy4XYZSaXDwEgJ8/s1600/asimov.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" rba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU8SXaiDdMTV87276LsRSSllxTj6EuqtsrRYzvs4kPl0TW6lERMXI55r_8m4PZDKbopARMQuwkGAuP_8vE-y16evqTZODEwOuInaxbiypPKR_NDf78ZnCzbvTucz6CAy4XYZSaXDwEgJ8/s1600/asimov.jpg" /></a>¿Por qué? Bueno, convengamos en que a <strong>Asimov</strong> se lo puede leer entre los 15 y 20 años, y luego ya no, a menos que uno no se haya curtido como lector de CF con el paso de los años. O a menos que, por alguna ignota razón, uno se convierta en un fanático empedernido del Doc. Y eso que reconozco que me ha hecho vivir maravillosos momentos durante la pubertad, como lo dejo clarito en <strong><a href="http://brevesnotanbreves.blogspot.com/2011/07/nueva-biblia-pantemporal-nestor-dario.html">"Nueva Biblia Pantemporal"</a></strong>, un homenajito hecho de todo corazón.</div></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Específicamente, <strong>“Preludio…”</strong>, me pareció entretenido en su momento, no lo niego. Y el personaje de Eto Demerzel, que termina siendo ni más ni menos que el robot Daneel Olivaw, es más que bueno. Pero lo que no soporto hoy es la terca insistencia de <strong>Asimov</strong> con respecto a las reglitas de cálculo para hacer prospectiva psicohistórica, algo por demás anacrónico, terriblemente anacrónico. Y además hay otra cosa que me hace ruido con respecto de la saga de <strong>Fundación</strong>: en semejante universo, tan vasto, lleno de tantos mundos, ¿por qué no aparece una especie alienígena nunca, en ningún lugar? Eso me molesta muchísimo. Es obvio el motivo: una civilización no humana lo hubiera liado a Hari Seldon, complicándole la psicohistoria hasta niveles absurdos. ¡Ya te querría ver con las reglitas de cálculo tratando de hacer previsiones en un Imperio dónde hay robots, cientos de mundos humanos y otros tantos mundos alienígenas! Imposible. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Asimov trata de justificarse con la invención de El Mulo. Un mutante nacido en Gaia (donde todos son perfectos, así que no entiendo qué justifica la supuesta anomalía que representa él), que puede manipular las emociones, y por lo tanto, desbaratar las deducciones psicohistóricas. (Imagínense cuánto más imporedecible sería el devenir para Seldon si hubiera alienígenas.) Pero no basta. Al menos para mí. No me convence. Huelga decir que no leí ningún libro más de la serie de <strong>Fundación</strong>.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mis disculpas a los fans del Doc, si es que herí susceptibilidades.</div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-13752186318197899602011-09-16T13:56:00.000-07:002011-09-27T05:19:33.526-07:00El reto de los treinta libros: día 14 - Un libro que hayas odiado hace años y hoy admiras<div style="text-align: justify;">Esta consigna se me hace difícil de cumplir a rajatabla, porque casi nunca le doy segundas oportunidades a los libros que no me gustan de entrada (lo que no debe hablar muy bien de mí como lector, supongo. O sí. Vaya uno a saber...)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Pero hay un libro de ciencia ficción en mi haber que casi encaja en la premisa. Se trata de <strong>"Un caso de conciencia"</strong>, de <strong>James Blish</strong>. Con <strong>Blish</strong> -escritor norteamericano de la Edad de Oro de la CF anglosajona- me pasó algo extraño. Sólo leí dos cosas de él. Un cuento largo, llamado <strong>"Siglo de pleno verano"</strong>, que es absolutamente sorprendente. Un flash. Y lo segundo, la novela antes mencionada.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQXH_ZHmVYY8RHv8e94pKVF0sHptQGcPMelTdL5LHpR6lVrApdJkg9gS-F9rm0rNtBDc9-dfX_mhKZfdSEUwkxzKB5mdDEDotW1uiBjMa4984sZoVTNvQpwYoojIEef2Df1TbLpehG_Q0/s1600/Blish.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" rba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQXH_ZHmVYY8RHv8e94pKVF0sHptQGcPMelTdL5LHpR6lVrApdJkg9gS-F9rm0rNtBDc9-dfX_mhKZfdSEUwkxzKB5mdDEDotW1uiBjMa4984sZoVTNvQpwYoojIEef2Df1TbLpehG_Q0/s1600/Blish.jpg" /></a><strong>"Un caso de conciencia"</strong> en su momento me pareció una novela floja, casi mala. Yo venía de leer cosas como <strong>"El fin de la infancia"</strong>, de <strong>Clarke </strong>y <strong>"Crónicas marcianas"</strong>, de <strong>Bradbury</strong>. Y lo de <strong>Blish</strong> me pareció un fiasco.</div></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Les cuento apretadamente de qué va la historia, así entienden mejor el por qué mi inicial rechazo. La humanidad entra en contacto con una raza de reptiles inteligentes, habitantes del planeta Litina. En este marco, el prota -un cura, el padre Ruiz-Sánchez- viaja a tal mundo, ubicado a 50 años luz de la Tierra. Descubre que los reptiles no distinguen entre el bien y el mal, y que creen en la razón pura, lo que hace que Ruiz-Sánchez se autoimponga la misión de evangelizar a la especie. Esto de por sí ya resulta molesto. Pero todo va más allá. El cura arriba a la conclusión de que una sociedad en la cual las reglas -los mandamientos- no son necesarios, porque nadie los quebranta, debe ser forzosamente una creación del diablo. Llegado a este punto, ya me parecía ridículo el intento de <strong>Blish</strong>.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"></div><br />
Uno de los reptiles decide entregar, como muestra de buena voluntad, a uno de sus hijos, un huevo que se está desarrollando, para que sea llevado a la Tierra. (Notan el paralelismo mesiánico, ¿no?.) Cuando crece, el emisario se transforma en un agitador que conmociona a la pacata sociedad terrestre del siglo XXI. Al mismo tiempo, los científicos descubren que la corteza de Litina es rica en minerales radioactivos que podrían estimular grandemente la industria humana.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Luego el cura, cansado de las barbaridades del emisario reptiliano, opta por exorcizar a Litina. O exorcizar al universo de Litina, mejor dicho. El desenlace -que no contaré, claro- me pareció decepcionante. En él se unen, casi casualmente, la oración de Ruiz.Sánchez y la explotación del suelo de Litina.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Ahora bien. Mucho tiempo después, releí la novela de <strong>Blish</strong>. Y descubrí que el dilema moral y religioso que él se animó a introducir en su historia -nada menos que en 1958- resultaba un planteo muy interesante, sobre todo a la hora de especular sobre la ética de una especie alienígena. Más me agrada ahora, que como escritor, gusto mucho de replantear las ideas religiosas desde el laboratorio de la CF. Y también pude ver que Litina es un mundo de la CF muy acabado, con un trabajo detallista en cuanto a ecología, sociedad, geografía y hasta astronomía.</div><br />
Yo no diría que odié la novela. Ni tampoco diría que luego, al releerla, la admiré. Ambas posturas son muy extremistas. Pero sí puedo afirmar que mi vínculo con este libro tuvo una dinámica similar. Como sea, recomiendo esta obra de <strong>Blish</strong>. Hoy pienso que es una de las mejores novelas de la Edad de Oro de la CF, cuyo nivel literario es tan desparejo.</div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-85423929060871067832011-09-14T22:46:00.000-07:002011-09-16T04:45:54.924-07:00El reto de los treinta libros: día 13 - El primer libro que leíste en tu vida<div style="text-align: justify;">Uh!!! Este ítem sí está difícil, porque no recuerdo con exactitud cuál fue el primer libro que leí. (Se ve que era olvidable...)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">De chico era más bien un lector de comics, sobre todo de los de <strong>Disney</strong>, y de los de superhéroes (los de <strong>DC</strong>, editados en castellano por Editorial Novaro. Más tarde, en la adolescencia, empecé con <strong>Marvel</strong>, y me volví a asombrar...) </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">También torceré la consigna de hoy, para no quedar en blanco. Pondré el primer libro que recuerdo haber leído.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En rigor, el primero que recuerdo es <strong>"Viaje al centro de la tierra"</strong>, de <strong>Julio Verne</strong>, pero no cuenta, pues se trataba de una versión infantil resumida. (Sé que me dejó perplejo. De todos modos, no volví a frecuentar a <strong>Verne.</strong> Apenas alguna que otra adaptación al comic, como <strong>"20.000 leguas de viaje submarino"</strong>)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhor5REo4qu6c_dliEuxLcVzIRHy8ClKZTB9aL_NDana2lSwy1NZU-H7HZPyo7V25SwkY0VLS4dgvJTuMGLsk0AEmuqi_OGT3_0YY1ETOAJpOJ2qkQqMKIRfq1fNXO8_wO9WqgYFXP41jI/s1600/Ebly.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" rba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhor5REo4qu6c_dliEuxLcVzIRHy8ClKZTB9aL_NDana2lSwy1NZU-H7HZPyo7V25SwkY0VLS4dgvJTuMGLsk0AEmuqi_OGT3_0YY1ETOAJpOJ2qkQqMKIRfq1fNXO8_wO9WqgYFXP41jI/s1600/Ebly.jpg" /></a>Así que hoy el elegido es <strong>"La ciudad que no existía"</strong>, de <strong>Philippe Ebly</strong>, un premiado escritor francófono de origen belga, famoso por sus novelas de literatura juvenil. El mencionado libro pertenece a la serie <strong>"Los conquistadores de los imposible"</strong>, que consta de 21 novelas, de las cuales hay varias traducidas al castellano. En cada una de ellas, un grupo de amigos van atravesando distintas aventuras fantásticas o de ciencia ficción, plagadas de peligros y maravillas.<strong> "La ciudad que no existía"</strong> fue el primero que leí de esta serie (aunque en la saga es el octavo título). También quedé admirado con <strong>"Destino Uruapan"</strong>,<strong> "El evadido del año II"</strong>,<strong> "...Y los marcianos invitaron a los hombres"</strong> y <strong>"El relámpago que todo lo borraba"</strong>.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">El recuerdo de la trama argumental es borroso. Pero sé que la historia era atrapante. Los protas encuentran una caverna misteriosa que termina siendo la entrada a una civilización subterránea sorprendente: entre otras maravillas, en ella se usa el magma para iluminar; y unos seres enanos y peludos, producidos por clonación -similares a oseznos- que responden al nombre de Bruno, actúan como sirvientes siempre bien dispuestos. (Los ositos Bruno puden imaginarlos como híbridos entre un Umpa-Lumpa y un Ewok. O al menos yo siempre los visualicé de ese modo...)</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">La mejor de este recuerdo es que esos libros nunca me pertenecieron. Todos me fueron prestados, gracias a la biblioteca de 5º grado de la Deutsche Schule de Lanús Oeste, mi escuela primaria. Quien había tenido la feliz idea de la biblioteca fue mi señorita <strong>María Elena</strong>, una genial maestra. Cuando ella vio que en una semana había leído <strong>"La ciudad que no existía"</strong>, me prestó los títulos antes mencionados, saltándose el cronograma de entregas.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Qué feliz se podía ser con un libro de ésos, y un par de horas para tirarse sobre el fresco suelo de mosaicos e irse a otro mundo.</div></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-60320216000485325622011-09-14T20:47:00.000-07:002011-09-14T20:47:01.567-07:00El reto de los treinta libros: día 12 - Una biografía<div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3ZuFO63xnKHSvqEiKyTg97o4mOJNCv92HGL4bJvDWg7HMWtPsKe_vKD_0IVuZSuKuMLUxiq2QDdTlY8qAdAULS1xFYhDGBI2npmRTfjmwOZK_-eq5e3MDwXZ8LgesiZhj1eOj7Vx13qU/s1600/Galimba.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" rba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3ZuFO63xnKHSvqEiKyTg97o4mOJNCv92HGL4bJvDWg7HMWtPsKe_vKD_0IVuZSuKuMLUxiq2QDdTlY8qAdAULS1xFYhDGBI2npmRTfjmwOZK_-eq5e3MDwXZ8LgesiZhj1eOj7Vx13qU/s1600/Galimba.jpg" /></a>Hace un año y medio, más o menos, mi vieja me prestó un libro que influiría radicalmente en mi ideología política, no sólo redireccionándola, sino -y sobre todo-, enriqueciéndola. Se trata de<strong> "Galimberti: de Perón a Susana; de Montoneros a la CIA"</strong>, de los periodistas <strong>Marcelo Larraquy</strong> y <strong>Roberto Caballero</strong>. El libro es un trabajo de investigación impresionante, hecho mientras <strong>Rodolfo Galimberti</strong> vivía. Este polémico personaje -irritante, cuánto menos- es ineludible en la historia política argentina de los últimos cincuenta años. Hombre contradictorio y seguidor de una ética muy personal y acomodaticia, ética cuyo único fin era salir vivo de cada cinrcunstancia, y si fuera posible, bien parado también, aún cuando eso implicara renegar de los principios defendidos unos minutos antes. Fue miembro de Tacuara durante su adolescencia; fundador del JAEN; luego guerrillero devenido en Montonero, militando como cuadro inicialmente y luego como miembro de la cúpula dirigente; delegado de <strong>Perón</strong> más tarde, mientras el general permaneció exiliado en Puerta de Hierro; empresario trucho y artífice de fraudes millonarios durante la década del menemismo; <em>lobbysta</em> de multinacionales, <em>coach</em> de las fuerzas paramilitares antisionistas de Oriente Medio, y espía de la CIA, entre otras cosas.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Él fue participe del secuestro del general <strong>Aramburu</strong>, quien luego fue fusilado. De más está decir que este hecho cambió la historia del país para siempre, signando el tiempo terrible de la última dictadura militar, que se pronpodría eliminar la guerrilla. (<strong>José Pablo Feinmann</strong>, en su ensayo <strong>"Peronismo: historia de una persistencia argentina"</strong>, dice que la historia argentina descansa sobte tres fusilamientos: el de <strong>Dorrego</strong>, el del general <strong>Valle</strong> y el de <strong>Aramburu</strong>.)</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">La lectura de la biografía de <strong>Galimberti</strong> se me hizo adictiva: en una semana y media devoré las 670 páginas. Creo que se debió a que me interesó saber qué sucedía en mi país cuando yo nací, en 1973, en plena vigencia de la guerrilla, durante el incipiente tiempo de muerte que se avecinaba. Y quise saberlo por mis propios medios. De golpe me había dado cuenta que habría bastado una nimiedad -como que mis viejos tuvieran algún libro sospechoso en su casa; o que alguien, azuzado por la tortura, hubiera chivateado sus nombres con tal de librarse de la picana-, para que yo hubiera nacido en la ESMA, o en algún otro centro de detención. O para que no hubiera nacido.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">El libro abunda en detalles sobre la organización de Montoneros y el peronismo de izquierda; y da una visión bastante imparcial sobre la eterna y odiosa derecha del país, que sostiene su cipayismo, a veces solapado, a veces manifiesto. Con esta lectura, y con la del antes citado "<strong>Peronismo</strong>...", de <strong>Feinmann</strong>, siento que perdí la virginidad política. Descubrí que el país era -y había sido- otro, muy distinto del que me habían contado.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Enhorabuena. Ahora entiendo mejor la frase célebre de <strong>Bertolt Brecht</strong>:<em> "El peor analfabeto es el analfabeto político No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales".</em></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Desde que leí la biografía que ocupa la consigna de hoy, me siento menos analfabeto.</div></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-70476784286938794352011-09-14T09:16:00.000-07:002011-09-14T09:17:49.419-07:00El reto de los treinta libros: día 11 - Un libro que te haya motivado a visitar algún lugar<div style="text-align: justify;">Bueno, en esta ocasión haré trampa (Por primera vez en el desafío, ¿eh? Que quede constancia)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Digo que haré trampa porque interpretaré la consigna a mi modo. "Que te haya motivado a visitar algún lugar" no significa necesariamente que uno haya visitado tal sitio. Basta con que el libro haya provocado el deseo de conocerlo, ¿no?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Si puedo torcer la premisa así, entonces tengo un libro que me hizo suspirar durante mi adolescencia por un país: Canadá. Más especificamente, me estoy refiriendo a la región del Lago Athabasca, y a las provincias de Alberta y Saskatchewan, uno de los sitios más hermosos de Norteamérica, según dicen los viajeros conocedores.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El libro en cuestión es <strong>"El bosque en llamas"</strong>, de <strong>James Oliver Curwood</strong>, escrito en 1921. Esta novela fue mi primer libro propio, el cimiento de mi biblioteca. Me lo regalaron a los catorce años, más o menos, y viví momentos maravillosos leyéndolo y releyéndolo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeiv8Wyy_2OQeN2gNAN0rharQk__7Bi2rOphsBW3OazUSA-3S-fp3Pv4s5d_m3s0zUY0Vlr6XY4oDjnFF8VgHCkPsyrR5AuGCBMGLFo2uvisvIZawhvRUmTJxo1xlPDNamHOE1GiZUZFE/s1600/El+bosque.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" rba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeiv8Wyy_2OQeN2gNAN0rharQk__7Bi2rOphsBW3OazUSA-3S-fp3Pv4s5d_m3s0zUY0Vlr6XY4oDjnFF8VgHCkPsyrR5AuGCBMGLFo2uvisvIZawhvRUmTJxo1xlPDNamHOE1GiZUZFE/s1600/El+bosque.jpg" /></a><b>"El bosque en llamas"</b> es una de la grandes novelas de aventuras del oeste, con una marcada influencia de <strong>Jack London</strong>. En este caso, el prota es Carrigan, sargento de la Real Policía Montada del Canadá, que busca a un prófugo de la justicia, su némesis (o eso parece hasta el desenlace): Black Roger Audemard. La historia comienza con una emboscada que intenta hacer presa de Carrigan. Y desde allí en adelante, la acción no da respiro, pero siempre está salpicada de bellísimas y platónicas descripciones de la región, de su fauna y flora; y de sus gentes, entre las cuales se mixturan franceses, negros, indios y americanos, mostrando así un mosaico de la sociedad norteamericana del siglo XIX. El climax de la historia -en la cual Carrigan no sólo encontrará a sus más acérrimos enemigos, sino que también hallará el amor- es maravilloso. Y ojo que no estamos hablando de una novelita: son casi 250 páginas.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Se nota que <strong>Curwood</strong>, estadounidense, era un amante del lugar del mundo donde había nacido, en Michigan, la región de Los Grandes Lagos, la zona limítrofe entre Estados Unidos y Canadá. Literalmente, él hizo que me enamorara de esos lugares, descritos por él con tanta gracia y maravilla. Por eso, cuando la catástrofe se desata -un vasto incendio-, uno se muerde las uñas mientras lee, y no sólo por los personajes. Desde la primera vez que lo leí, me dije que quería conocer el Lago Athabasca y sus bosques. Algún día... Pero igual uno viaja al leer, ¿no? Benditas las imaginaciones del escritor y del lector, que trazan puentes en el espaciotiempo.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>"El bosque en llamas"</strong> ha sido para mí una lectura de ésas que te marcan definitivamente. Hace un par de décadas que no lo releo. Tal vez algún día regrese a la región de Athabasca. Hace mucho que no paseo por allí.</div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-34213949028414464382011-09-12T14:58:00.000-07:002011-09-12T15:05:41.810-07:00El reto de los treinta libros: día 10 - Un libro con una pésima versión cinematográfica<div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglKJEMlMG63WxmAOXYSSIASXXhgfnqYMXcqSN_iD1uedQa0hdd5pcYl2I_ONj1BML-5XtjS6XdM9Nc7819VShWqGb5HOxkTMrUTbEG7_HzxbgkyWa38knkNPg5P0xqFL_8gtrFK7_hmNE/s1600/Cementerio.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" nba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglKJEMlMG63WxmAOXYSSIASXXhgfnqYMXcqSN_iD1uedQa0hdd5pcYl2I_ONj1BML-5XtjS6XdM9Nc7819VShWqGb5HOxkTMrUTbEG7_HzxbgkyWa38knkNPg5P0xqFL_8gtrFK7_hmNE/s1600/Cementerio.jpg" /></a>Yo no lo tildaría de pésima, pero, siendo más que benévolo, diría que la versión fílmica de <strong>"Cementerio de animales"</strong>, de <strong>Stephen King</strong>, es mediocre. A decir verdad, no creo haber visto una sola versión cinematográfica de las novelas de<strong> Stephen King</strong> que le haga honor, salvo la bendita excepción de <strong>"El resplandor"</strong>, dirigida por mi amado <strong>Stanley Kubrik.</strong> Pero por alguna razón parece que a <strong>King</strong> le desagrada la particular interpretación de la historia que hizo <strong>Kubrik</strong>. O sea que la mejor, por lejos, de las películas que han sido inspiradas en alguno de sus libros es la que más le disgusta. Y bueno. No todo sale como uno desea.<br />
<br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">La peli, dirigida por<strong> Mary Lambert</strong>, no está mal hecha. Es correcta. Bien actuada, con una fotografía decente, y hasta una buena banda de sonido. El único problema que tiene es que no descolla, cuando la novela es magistral, al menos según mi criterio.<br />
<br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMNCze8EnqCsphhYrjUvot-JFQmfCaESNtLg4R6EqvmcMJFM5GCgBdqNkRlu9hqP7SiGMmNnKVLKM3KjYsQ8yG7NQ2mkHRsN_f6cKlCg22Ll11393T_llgYLgKTm7X_jjIFmSbEumwiWc/s1600/Peli.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" nba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMNCze8EnqCsphhYrjUvot-JFQmfCaESNtLg4R6EqvmcMJFM5GCgBdqNkRlu9hqP7SiGMmNnKVLKM3KjYsQ8yG7NQ2mkHRsN_f6cKlCg22Ll11393T_llgYLgKTm7X_jjIFmSbEumwiWc/s1600/Peli.jpg" /></a> </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Yo recuerdo que el libro (que me prestó mi maestra de Lengua y Literatura de 5º año, <strong>Santojanni</strong>, una grossa), me sacó el sueño por unas cuantas noches. Ni de día podía seguir leyendo, pero a la vez me moría de ganas por continuar. En cambio, la peli apenas me movió un pelo o dos.<br />
<br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Y eso es todo. No ando con muchas luces hoy, así que disculpen si esperaban más.</div></div></div></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-69235132022883165482011-09-12T05:20:00.000-07:002011-09-12T13:24:48.403-07:00El reto de los treinta libros: día 9 - Un libro con una excelente versión cinematográfica<div style="text-align: justify;">Hay varios. <strong>"La naranja mecánica"</strong> (<strong>Burgess</strong>/<strong>Kubrik</strong>); <strong>"1984"</strong> (<strong>Orwell</strong>/<strong>Radford</strong>, aunque tiene varias versiones cinematográficas, me quedo con la de éste); <strong>"Farenheit 451"</strong> (<strong>Bradbury</strong>/<strong>Truffaut</strong>); <strong>"Una mirada a la oscuridad"</strong> (<strong>Dick</strong>/<strong>Linklater</strong>);<strong> "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?"</strong> (<strong>Dick</strong>/<strong>Scott</strong>); <strong>"El señor de los anillos"</strong> (<strong>Tolkien</strong>/<strong>Jackson</strong>).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero me quedo con <strong>"2001: una odisea del espacio"</strong>, de <strong>Arthur Clarke</strong> (novela) y <strong>Stanley Kubrik</strong> (film). Hay una cuestión central en la genésis de esta obra que, para mí, es grandiosa e ineludible en la CF: guión y novela fueron escritos simultáneamente, a partir de un cuento de <strong>Clarke</strong>, <strong>"El centinela"</strong>. Hecho que permitió que ambos formatos sean casi idénticos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn5-E6z8d_d-hUZbwYQQeK5VarpF4NpqgFD7lEHzTEmQxHqb8zGyweb3alVE-RWjGDeJ2k0uo1GZC29OVnTBBPsMM0W0ERNFiwXmiOtq_hjHL0d2I9bshnJvCQK0443oP6dSLfIqANTl8/s1600/2001+novela.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" nba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn5-E6z8d_d-hUZbwYQQeK5VarpF4NpqgFD7lEHzTEmQxHqb8zGyweb3alVE-RWjGDeJ2k0uo1GZC29OVnTBBPsMM0W0ERNFiwXmiOtq_hjHL0d2I9bshnJvCQK0443oP6dSLfIqANTl8/s1600/2001+novela.jpg" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Poco puedo decir que ya no se haya dicho de este hito de la CF. Probablemente, el film esté entre los cinco mejores del género, y aún hoy sigue siendo tan actual como cuando se lo estrenó. Aunque no podemos afirmar lo mismo de la novela, es cierto. También hay que mencionar que, de la tetralogía literaria (2001, 2010, 2061 y 3001), la única que vale la pena es la primera. Las tres siguientes, si bien responden a muchos interrogantes planteados en la primera, son bastante decepcionantes, y se ve que sólo sirvieron a sir <strong>Arthur</strong> para seguir facturando. De todos modos me saco el sombrero: <strong>Clarke</strong> fue un gran escritor de CF, se quiera o no. No quiero olvidar la versión cinematográfica de <strong>"2010: odisea dos"</strong>, de <strong>Peter Hyams</strong>, llamada <strong>"2010: el año que hicimos contacto"</strong>. No es mala. Pero no me enloquece.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr7VyuzrWApUR7xduidlWx3v8CtOI4FcRk83x6YYIJRBnPl2L5Fs1aqA2Ryh4lPPsUhrH3VAt74X2gCkNPa2DdgS5yNRfmQ4MRyXEZsWAIgPbSGkS_0EqlhKp2O8yClm4n2inVyqM3vBc/s1600/2001.bmp" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" nba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr7VyuzrWApUR7xduidlWx3v8CtOI4FcRk83x6YYIJRBnPl2L5Fs1aqA2Ryh4lPPsUhrH3VAt74X2gCkNPa2DdgS5yNRfmQ4MRyXEZsWAIgPbSGkS_0EqlhKp2O8yClm4n2inVyqM3vBc/s1600/2001.bmp" /></a>¿Cómo olvidarse de <strong>Hal 9000</strong>? ¿Y del ente <strong>Dave Bowman</strong>? ¿Y de la <strong>Discovery</strong>? ¿Y del <strong>Monolito</strong>? ¿Y de la escena inicial, con los homínidos y <strong>Moonwatcher</strong>? ¿Y de <strong>"Así habló Zaratustra"</strong>, de <strong>Richard Strauss</strong>? Imposible.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Con la peli me pasó algo muy fuerte, desde la infancia. Mi padre fue a verla cuando se estrenó en Buenos Aires. La única peli de CF que vio en su vida. Y le gustó tanto que se compró el <em>long play</em> de la banda de sonido. Yo crecí oyendo maravillas de la película. Y cierto día, él sacó del sobre el preciado disco de vinilo, y lo puso en el tocadiscos Ranser. ¡Si habré pasado hipnóticas horas escuchando el terrible <em>soundtrack</em> de la peli, en un living a oscuras, tan sólo mirando la lucecita roja del viejo tocadiscos! Después que no digan que los padres no influyen en la formación musical de los hijos, muy psicodélica, en mi caso. Recuerdos inolvidables...</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Obviamente, tengo la peli, en un par de versiones. (La debo haber visto decenas de veces.) Y la tetralogía completa. Y el <em>soundtrack</em>. Uno se hace fan, ¿vio?</div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-4346321056167662272011-09-11T18:10:00.000-07:002011-09-12T13:21:13.666-07:00El reto de los treinta libros: día 8 - Un libro para leer por fragmentos<div style="text-align: justify;">Para mí, el libro ideal para leer en forna fragmentaria es la Biblia. Entiendo que muchos no compartan este gusto mío, lo cual es comprensible. Pero lo interesante de leer la Biblia (y sospecho que es lo mismo para cualquiera de los textos sagrados), es practicar eiségesis y no exégesis, (que es el método que -según se dicey enseña- debe utilizarse para desentrañar los pasajes.) Ambos conceptos se contraponen, claro. Definamos rápidamente en qué consiste cada uno, así todos sabemos de qué hablamos: la exégesis es el proceso mediante el cual un exégeta extrae el significado de un texto dado. Se supone que la exégesis pondera, por sobre todas las cosas, la objetividad. Por otro lado, la eiségesis propone una visión subjetiva: literalmente, eiségesis significa "insertar interpretaciones personales en un texto dado", lo cual habla de una supremacía de lo subjetivo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde luego, la mayoría diría que un texto sagrado no debería estar sujeto a interpretaciones subjetivas. Yo opino lo contrario. Las interpretaciones objetivas son determinadas, en la mayoría de los casos, por las instituciones religiosas -de cualquier índole-, y esas interpretaciones terminan siendo directrices que buscan controlar y mantener el <em>status quo</em>. <strong>Lutero</strong>, cuando inicia la búsqueda espiritual que lo llevará a iniciar el proceso que desatará el <strong>Cisma</strong>, descubre que la Biblia es infinitamente más rica y eficaz cuando se la mira a través de la subjetividad del individuo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Cuando uno se acerca a un texto pretendiendo ayuda espiritual, no debe hacer a un lado su estado anímico, sus dudas -que, lejos de ser enemigas de la fe, son excelentes catalizadores de ella-, su realidad, su cosmovisión. Por el contrario, un texto sagrado tiene la capacidad de reflejar -por una necesidad de identificación simbólica, de reflotar esos íconos arquetípicos y polisémicos que bullen dentro de nosotros desde que nacemos, y que traemos por herencia-, lo que nos pasa. Entiendo la eiségesis como ver lo que me sucede, lo que me pasa, y buscar qué tiene el texto sagrado para decirme al respecto. Si mi fe no habla de mi realidad, no me da respuestas o explicaciones, si no me brinda momentos de revelación -momentos de <em>insight</em>, diría un freudiano-, ¿para qué me sirve?</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbxsY6ARqxeP7wRDuFzqc425P6ChrVY-l-C-74qYkHUU9aN0io71N0A4aIxtas5cs3wdDvTi4roPodIuIKvx7cwemg9RR_4xOSep8K5e7zpaRKXfsRuBNnVZ_j1JbY-o8SFPXbrjznXYs/s1600/Biblia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" nba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbxsY6ARqxeP7wRDuFzqc425P6ChrVY-l-C-74qYkHUU9aN0io71N0A4aIxtas5cs3wdDvTi4roPodIuIKvx7cwemg9RR_4xOSep8K5e7zpaRKXfsRuBNnVZ_j1JbY-o8SFPXbrjznXYs/s1600/Biblia.jpg" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Particularmente, me gusta contrastar distintas versiones y traducciones. (No me agrada mucho la Reina Valera, revisión 1960, que, en algunos aspectos, es muy maníquea: su traducción contiene errores que responden a las directrices que mencionaba antes, emanadas de los malditos concilios y las terribles bulas y dietas. Una muy recomendable es la Nueva Versíón Internacional, más moderna. Y una antigua, que es bastante fiel a los manuscritos originales, es La Biblia de Jerusalén.)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Un libro que recomiendo para entender con mayor claridad la necesidad de la eiségesis es <strong>"El libro de Enoch y otros evangelios apócrifos"</strong>, de <strong>Daniel Jazar</strong>. Una interesante obra que recopila y exlica el surgimiento de muchos de los libros que quedaron fuera del canon. Justamente lo que llama la atención es que, en su inmensa mayoría, estos textos fueron tildados como "apócrifos" porque se escribieron por la necesidad de nueva revelación, en aras de la escasa o nula identificación del pueblo con la interpretación oficial que las instituciones hacían del Pentateuco, las cuales eran funcionales al poder de turno (como hoy sigue sucediendo.)</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Para cerrar, doy un ejemplo de cómo me gusta leer la Biblia, e interpretarla:</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Proverbios 22:15 dice: "La necedad está ligada en el corazón del muchacho; más la vara de la corrección la alejará de él." ¿Cuántas veces se han usado las múltiples referencias que la Biblia hace de la vara para justificar el castigo físico? Una reverenda idiotez, ya que la vara, en todas y cada una de las veces que es mencionada, alude a la figura del tutor de las vides u otras plantas, el palo que era atado a sus troncos para impedir que crecieran torcidas. La sabiduría para vivir es como un tutor que uno debe dejarse colocar para no torcer el camino y así no perder tiempo.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No es lo mismo, ¿no?</div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-42462701697034108722011-09-08T20:35:00.000-07:002011-09-09T12:51:39.769-07:00El reto de los treinta libros: día 7 - Un libro divertido<div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Me vinieron a la mente varios libros al ver la consigna del día 7: <strong>"Job: una comedia de justicia"</strong>, de <strong>Robert Heinlein</strong> (del cual escribí </span><a href="http://www.forjadores.net/index.php?option=com_content&task=view&id=1927&Itemid=118"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">una reseña</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> para <strong>Forjadores</strong>); <strong>"Universo de locos"</strong> y <strong>"Marciano, vete a casa"</strong>, ambos de <strong>Fredric Brown</strong>; <strong>"Historias de cronopios y famas"</strong>, de <strong>Julio Cortázar</strong>; y por último, <strong>"Trueque mental"</strong>, de <strong>Robert Scheckley</strong>.</span></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipcPyyBM1UTHqUpWGs3IQ_GOirW9zmfn8SMXFwobuMI1Conj2FAI_2DjJZnMp5zA57oZBmAoI12uP7EN-nMOhW7Y9Cwc0pbc55X3pBa99NpOGqVmvKA2G1mN7hb0phhraJMifpihXT1YA/s1600/Trueque+mental.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" nba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipcPyyBM1UTHqUpWGs3IQ_GOirW9zmfn8SMXFwobuMI1Conj2FAI_2DjJZnMp5zA57oZBmAoI12uP7EN-nMOhW7Y9Cwc0pbc55X3pBa99NpOGqVmvKA2G1mN7hb0phhraJMifpihXT1YA/s1600/Trueque+mental.jpg" /></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy me quedo con el de<strong> Scheckley</strong>. <strong>"Trueque mental"</strong> es una novela de ciencia ficción casi desopilante. En ella se describe un futuro en el cual la forma más barata de vacacionar en otro planeta es intercambiar cuerpos con un alienígena. De esta manera uno puede alojar su mente en el cuerpo foráneo por un período de tiempo predeterminado, y disfrutar así de la vivencia de apreciar otro mundo con los sentidos de un nativo. </span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es así como <strong>Marvin Flynn</strong>, el prota, decide que necesita traer variantes a su aburrida y cómoda vida, e intercambia cuerpos con un marciano de buena reputación, tal como figura en la base de datos de la agencia que presta el servicio: Agentes Otis, Blanders & Klent.</span></div></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una vez realizado el trueque, <strong>Flynn</strong> descubre que no le habían mentido: el cuerpo marciano de destino es sano, y los marcianos lo reciben estupendamente. Todo parece ir bien, salvo un detalle. El marciano que está usando su cuerpo en Nueva York es un estafador muy buscado por la justicia, que usa cuerpos ajenos para delinquir. En ese punto empieza la más delirante de las aventuras para el protagonista, que es forzado a abandonar el cuerpo que alquiló, y se ve obligado a tratar de conseguir cuerpos de seres de mundos lejanos hasta tratar de recobrar el suyo. Este esquema argumental le sirve a <strong>Sheckley</strong> para narrar situaciones que rayan en el absurdo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hay quienes dicen que la segunda mitad del libro pierde la frescura inicial, y que en ella se desdibuja la idea central. En cambio, yo veo que la suspensión del vertiginoso cambio de cuerpos y escenarios del comienzo da lugar a un hilarante elenco de personajes estrambóticos que desgranan un montón de teorías alocadas para explicar lo que le sucede a <strong>Marvin</strong>. Así, en la segunda mitad del libro hay diálogos muy graciosos. Por ejemplo:</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">"-No entiendo -le dijo Marvin a Valdés un rato después-. ¿Por qué todas estas personas me encuentran? No parece natural.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">-No es natural -le aseguro Valdés-. Pero es inevitable, lo cual es mucho más importante.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">-Quizá sea inevitable -dijo Marvin-. Pero también es sumamente improbable.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">-Es verdad -convino Valdés-. Aunque nosotros preferimos llamarlo una 'probabilidad forzada', lo cual alude a un complemento indeterminado de la Teoría de la Búsqueda.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">-Me temo que no entiendo -dijo Marvin.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">-Bien, es bastante sencillo. La Teoría de la Búsqueda es una teoría pura; lo cual significa que en el papel funciona siempre, sin refutación inimaginable. Pero una vez que tomamos lo puro e ideal e intentamos realizar aplicaciones prácticas, nos topamos con dificultades, y la principal es el fenómeno de la indeterminación.. Por decirlo del modo más sencillo, lo que sucede es lo siguiente: la presencia de la teoría interfiere con el funcionamiento de la teoría. La teoría no puede tener en cuenta el hecho de su propia existencia.. Idealmente, la Teoría de la Búsqueda existe en un universo donde no hay Teoría de la Búsqueda. Pero en la práctica, que es lo que aquí nos interesa, la Teoría de la Búsqueda existe en un mundo donde hay una Teoría de la Búsqueda, lo cual produce lo que llamamos un efecto de 'reflejo' o 'duplicación'. Según algunos pensadores, existe el peligro de una 'duplicación infinita', por lo cual teoría se modifica a si misma sin cesar de acuerdo con previas modificaciones de la teoría por parte de la teoría, llegando al fin a un estado de entropía donde todas las posibilidades tienen el mismo valor..." </span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y así, encontramos un juego de numerosos sofismas y paradojas, todos concatenados de tal modo que la "ciencia" se halla en condiciones de asegurar que <strong>Marvin</strong> hallará su cuerpo y resolverá cada una de las contingencias que se le presentan en su aventura. Pero siempre por alguna razón la misma "ciencia" falla, y justificadamente, según algún nuevo razonamiento que anula una y otra vez le esperanza que el protagonista se fue forjando.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mi ejemplar, editado dentro de la colección <strong>"Mundos imaginarios"</strong>, de <strong>Plaza y Janés Editores</strong>, viene prologado por <strong>Brian Aldiss</strong>, lo cual le suma puntos extra a este libro hilarante.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si lo leen, estoy seguro de que no los decepcionará. Aunque más seguro estoy de que no los decepcionará si no lo leen, porque idealmente el libro perfecto es El Libro Que Nadie Leyó Nunca, lo cual nos llevaría a deducir que tal libro, el libro perfecto, existe en un universo donde no hay lectores, pero donde sí hay escritores. Inmediatamente nos preguntamos: ¿para qué diablos habría escritores en un universo en el que no hay lectores? Y eso sólo sí conviniéramos en que tales escritores no sólo práctican su oficio sin persegur fin alguno, en balde, sino que también son escritores que no leen lo que escriben, a fin de no convertirse en lectores. (El lector es la antipartícula del escritor.). Allí, por lo tanto, no debería existir la reescritura, porque la reescritura implica lectura y relectura; y porque, como el supuesto fin de la reescritura es perfeccionar un texto, estaríamos frente a un absurdo: tratar de perfeccionar Un Libro Que Nadie Leerá Nunca es innecesario. Además es imposible perfeccionar lo perfecto. Por otra parte, el intento de perfeccionarlo ya lo sumiría en la imperfección, pues implica el deseo de que sea leído, lo cual haría que una potencial decepción del lector fuera probable... </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(Ja. Podría seguir y seguir. ¡Mierda que es divertido tratar de emular a <strong>Sheckley</strong>! Aunque los resultados no sean los mismos, claro)</span></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-64913528469364307362011-09-07T06:50:00.000-07:002011-09-09T05:13:51.953-07:00El reto de los treinta libros: día 6 - Un libro de un Nobel<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0ryMwk9KxyDeQXsudzfNlwpCHKYKxoQ15ZiBkqN_YiF1yuvEuSssjWHyxCZy90w8FfhGkO3bnI5RlcUsMMoYovCYbFlDNB-yIcVyPGiwyI62nuGXBwS8Ixiprv2iF5p41t4r37nKEkxw/s1600/El+viejo+y+el+mar.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" nba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0ryMwk9KxyDeQXsudzfNlwpCHKYKxoQ15ZiBkqN_YiF1yuvEuSssjWHyxCZy90w8FfhGkO3bnI5RlcUsMMoYovCYbFlDNB-yIcVyPGiwyI62nuGXBwS8Ixiprv2iF5p41t4r37nKEkxw/s1600/El+viejo+y+el+mar.jpg" /></a>Acá me fue un poco difícil elegir. Y no porque tenga leída una chorrera de libros de autores premiados con el Nobel. Sucede que no fue sencillo para mí decidir entre dos de los tres autores -únicos tres-, en mi haber que cumplen con el requisito de la consigna de hoy: <strong>Albert Camus</strong>, <strong>Hermann Hesse</strong> y <strong>Ernest Hemingway</strong>. Del primero de este gran terceto, leí <strong>"La peste"</strong>, una novela muy bien escrita, pero que me costó mucho terminar de leer. Del segundo leí varios libros. Los que más me impactaron son <strong>"Siddartha"</strong>, <strong>"Demian"</strong>, <strong>"El lobo estepario"</strong> y <strong>"Narciso y Goldmundo"</strong>. <strong>"Demian"</strong> me pareció fabuloso, y <strong>"El lobo estepario"</strong> me voló la cabeza. <strong>Hesse</strong> es para leer a finales de la adolescencia, cuando uno necesita corroborar que sentirse solo, maldito e incomprendido es algo que suele sucederle a todo el mundo.</div><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">De don <strong>Hemingway</strong> sólo leí <strong>"El viejo y el mar"</strong>. Mi elección se debatía entre este libro y alguno de <strong>Hesse</strong>. Pero cuando entendí que esta novela no me pareció fabulosa, ni me volo la cabeza, sino que había sido mucho más que eso en mi vida, me dí cuenta que tenía resuelto el dilema.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Lisa y llanamente, <strong>"El viejo y el mar"</strong> me conmovió hasta las lágrimas. Nunca había leído un libro que me provocara tal cosa, y que además lo hiciera con una prosa tan sencilla y a la vez tan profunda. (Recuerdo que lo terminé en un día, pero no de una sentada, por eso no entró en el día 1.) Y dífícilmente pueda decir que algún otro libro haya causado lo mismo en mí. La novela de <strong>Hemingway</strong> -triste y desoladora, pero también esperanzadora, con esa esperanza que se advierte bullir en el aire al finalizar una tormenta terrible, cuando el tímido sol se abre paso a través del cielo lavado para secar las gotas de las hojas y evaporar la humedad de las baldosas-, me llegó al corazón, y me cambió para siempre. Siempre me pregunté qué clarividencia del mundo y del espíritu humano uno tiene que alcanzar para poder escribir una obra como ésta, que terminó transformándose en una de las más importantes de la literaura contemporánea.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Por eso mi elección para el día 6 es <strong>"El viejo y el mar"</strong>.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
Desde luego que no pienso contar ni un ápice de la historia. ¡Léanla! Vale la pena.</div><br />
<div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">(Gracias, Ernest. Te debo mucho.)</div></div></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-83980395657567800352011-09-06T22:43:00.000-07:002011-09-06T22:51:20.866-07:00El reto de los treinta libros: día 5 - Un libro de viajes<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Para el día 5 mi elección es <strong>"El día de la creación"</strong> de <strong>J. G. Ballard</strong>. (Hoy no tengo tiempo ni ocurrencia para los preámbulos ingeniosos, así que ni modo.)</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqZlaZL4hTrv5cbPHnG0VvLafoStuY7QxGXNVpJ8XWJZotsHUHBpAGwD-rD7l5d9d63ifTUj7_4SI2IbzCDkCEytzJPqumSYqzgKEhCcmd7ZpZzNHrtVdXrQ6Pni-_eypJL6bcL1caIrc/s1600/ballard.bmp" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" nba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqZlaZL4hTrv5cbPHnG0VvLafoStuY7QxGXNVpJ8XWJZotsHUHBpAGwD-rD7l5d9d63ifTUj7_4SI2IbzCDkCEytzJPqumSYqzgKEhCcmd7ZpZzNHrtVdXrQ6Pni-_eypJL6bcL1caIrc/s1600/ballard.bmp" /></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Ballard</strong> es un tipo que no merece presentación. Según mi manera de verlo, es el equivalente a nuestro <strong>Borges</strong> en la literatura inglesa (aunque <strong>Christopher Priest</strong> también es digno de tal parangón.) De alguna manera, en gran parte de la obra de Ballard está implicito el tema del viaje, encarado, básicamente, de dos formas. En primer lugar, tenemos el traslado geográfico y espiritual, de tipo iniciático, (aunque el "camino del héroe" ballardiano se torna denso y surreal, una travesía donde el héroe casi nunca vence a sus demonios, sino que más bien sucumbe a ellos, y en esa rendición pareciera haber alguna clase de autodescubrimiento redentor.) Y en segundo, la involución, mostrada como un proceso de retroceso del tiempo, de las formas de vida, del clima, y del bioma en general; y en la degradación o envejecimiento de las cosas; involución cuyo correlato en los personajes se da como un proceso interno y entrópico de regresión fisiológica y mental, en una suerte de embudo que casi siempre los lleva a alguna forma de locura o enajenación. Es muy interesante ver en las novelas o cuentos de <strong>Ballard</strong> como el escenario va mutando junto con los personajes. </span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En general, aquí podemos ver que el conflicto existente entre personaje y entorno, que toda buena ficción debe mostrar con maestría, no sólo es del clasíco tipo opositor. O sea, el personaje no sólo lucha contra el ciego Universo que degenera, sino que también lucha consigo mismo porque sabe que lo que pasa afuera puede revertirse desde adentro. O, cómo mínimo, explicarse.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Este esquema puede verse en novelas como <strong>"En el mundo sumergido"</strong>, <strong>"El mundo de cristal"</strong> y <strong>"La sequía"</strong>; y en relatos como <strong>"El hombre iluminado"</strong> y <strong>"Las voces del tiempo"</strong>.</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><strong>"El día de la creación"</strong> combina los dos tipos de viajes, y eso que no es una novela de CF. Una muy apretada síntesis sería ésta:</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">En Africa Central, en Port-La -Nouvelle, el doctor Mallory, médico de la OMS, trata de encargarse de la dirección de una clínica, en medio del conflicto entre la guerrilla local y las fuerzas militares del gobierno dictatorial de turno. Cuando la lucha armada arrasa con toda la región, que sufre constantemente la sequía, Mallory y los sobrevivientes se abocan a la reconstrucción. En su fervor humanitario, Mallory troca la medicina por una repentina y entusiasta afición por la hidrografía: al arrancar las enormes raíces de un árbol, desata las corrientes subterráneas de un acuífero desconocido, y decide abocarse a planificar el riego de la zona. Las aguas inundan todo el yermo y constituyen un río que trae vida y esplendor a la región. </span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">¡Y entonces empieza el viaje! Porque </span><span style="font-family: Arial;">Mallory termina obsesionándose con el río, al que los lugareños bautizan con su nombre. Es su río. Un río que es él mismo. Y decide robar una embarcación al capitán de la milicia para navegarlo, corriente arriba, a fin de descubrir su naciente. En ese difícil raid, deberá evitar a los militares que quieren recuperar sus pertenencias, ubicadas a bordo de la lancha; lidiar con un documentalista amarillista que pretende aprovecharse de la situación; soportar a las viudas de los guerrileros muertos, que buscan venganza; y enfrentarse a las sensaciones punzantes, (a veces paternales, y a veces de un tono erótico suarrelista y freudiano) que una y otra vez despierta en él Noon, una guerrilera adolescente, que empieza como polizonte pero termina como compañera de periplo.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">El viaje es hipnótico. El libro de <strong>Ballard</strong> es muy bueno. Escribía muy bien, el desgraciado.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Encima, tengo gratísimos recuerdos de la época en la que lo leí: cada vez que terminaba de dar clases en el colegio, iba a almorzar a un restaurant ubicado en Beiró y Gualeguaychú, en Villa Devoto. Y mientras devoraba con avidez un "plato del día", al lado de la ventana a través de la cual me bañaba la luz de un sol otoñal, viajaba junto al doctor Mallory hacía la fuente del río, hacia el punto cero, la matriz, el final del arcoíris. </span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-81785479249133365652011-09-04T23:09:00.000-07:002011-09-06T22:56:52.312-07:00El reto de los treinta libros: día 4 - Un libro que le gusta a todo el mundo menos a ti<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Para ser objetivos en esta categoría hay que tener en cuenta algunas variables. (¿Qué esperaban? ¿El título del libro así nomás, sin ninguna digresión? Qué aburrido. Se sabe que soy un buscador compulsivo del pelo en el huevo, y de la quinta pata del gato también.)</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En primer lugar, cuando decimos "todo el mundo" se supone que sólo estamos hablando de los conocidos, del círculo de lectores que nos es próximo, ¿no? Porque aquí hay una cuestión que puede modificar la elección. Si el grupo de lectores que nos es afín va creciendo, también aumentan las probabilidades de encontrar a algun otro que -al igual que nosotros-, odie, deteste, aborrezca y difame a voz en pecho al famoso libraco o librito que hace las delicias de El Resto Del Mundo. (El cual, obviamente, se ha complotado contra nosotros en una conspiración de proporciones internacionales.)</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En segundo lugar, hay que tener en cuenta que no todos los lectores pertenecientes a ese círculo tal vez tengan el mismo valor que uno como para decir así como así que el celebérrimo <strong>"Las guampas del capitán Bazterrica"</strong>, de <strong>Isidoro Montiel Schwanberger</strong> -por decir algo-, es una verdadera mierda. Mucha gente dirá que le gusta, aunque no sea así. O peor aún: lo dirá sin haber terminado su lectura. O (y ya sin posibilidad alguna de redención), tal vez lo jurará sin siquiera haberlo leído. (Y creo que acá nadie escapa: todos, por lo menos una vez, hemos mentido respecto de la lectura un libro. Por presión. Por temor a ser avergonzados. O por no ligar una mala nota: en la escuela todos lo hemos hecho, seguro...)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh8Tl2a4R2uxa39qTGIMUQZHpEBvo30oDj1MAStZDdoXKQ89qYC0eN2CNmQQHtT0VsO7nP5arZ-BtBHNkoSzhOCgrYLEsUjBZgd_FZZI04Y2inmcbcO8tIXyA-WYeGzdkuOhyphenhyphenKkMR8c1U/s1600/cronica_de_una_muerte_anunciada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a></span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh8Tl2a4R2uxa39qTGIMUQZHpEBvo30oDj1MAStZDdoXKQ89qYC0eN2CNmQQHtT0VsO7nP5arZ-BtBHNkoSzhOCgrYLEsUjBZgd_FZZI04Y2inmcbcO8tIXyA-WYeGzdkuOhyphenhyphenKkMR8c1U/s1600/cronica_de_una_muerte_anunciada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: right; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh8Tl2a4R2uxa39qTGIMUQZHpEBvo30oDj1MAStZDdoXKQ89qYC0eN2CNmQQHtT0VsO7nP5arZ-BtBHNkoSzhOCgrYLEsUjBZgd_FZZI04Y2inmcbcO8tIXyA-WYeGzdkuOhyphenhyphenKkMR8c1U/s320/cronica_de_una_muerte_anunciada.jpg" width="203" xaa="true" /></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y en tercer lugar, un buen lector, uno que de verdad se que se precie como tal, sólo podrá afirmar que un libro no le gusta luego de haberlo leído todo, todito, todititito. De lo contrario, sería como mi hija Micaela cuando afirma que le bastó mirar un tomate para saber que nunca habrían de gustarle los tomates, aunque le fascina la pizza. O peor aún: cuando ella asegura (gracias a algún tipo de presciencia a lo Alia Atreides, supongo) que toda la comida de color verde posee un sabor que no le agradará de ningún modo. </span></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hechas estas consideraciones (insoslayables, creo) me creo listo para anunciar el libro elegido en este ítem, uno que -por lo menos hasta ahora- cumple con las tres condiciones: <strong>"Crónica de una muerte anunciada"</strong>, de El Gabo: <strong>Gabriel García Márquez</strong>.</span></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tuve que leerlo en la escuela secundaria y me costó una gónada y media terminarlo. (Claro, no me quedaba otra: no podía poner en juego mi reputación de alumno 'traga' -<em>nerd</em>-, sobre todo en Lengua y Literatura.)</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De qué va la historia, la verdad ni me acuerdo, a Dios gracias. Sólo recuerdo que todo el mundo parecía saber algo que el prota no (que iba a morir, supongo.) Y esa forma de contar una historia me aburrió mortalmente. De El Gabo lo que único que me gustó es lo que muchos dicen que es lo más flojito de su obra: <strong>"Relato de un náufrago"</strong>, tal vez porque se trata de una crónica periodística y no de una ficción.</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Para realismo mágico, déjenme con <strong>Alejo Carpentier</strong>, por lejos, aunque sé que más de uno me dirá que él no escribe realismo mágico, sino alguna otra cosa similar, con algún nombre por el estilo. (Qué vivos, si vamos a hacer una categoría por cada escritor, para qué diablos categorizar, ¿no?)</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y por último pido disculpas a los oriundos de<strong> Macondo</strong>, che. No es por ningunearlos. Pero espero que me entiendan.</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Ah, me olvidaba. Me gustó mucho lo de <strong>"Las guampas del capitán Bazterrica"</strong>, de <strong>Isidoro Montiel Schwanberger.</strong> Una ocurrencia así sólo viene en medio de un ataque de inspiración. Acepto colaboraciones para escribir esta -por ahora- ficticia obra de ficción, de un autor tan estrafalario, argentino de origen austríaco, como lo era <strong>Montiel Schwanberger</strong>. ¡Ya me veo posteando entradas en el blog con fragmentos de este <em>tour de force</em> de la literatura hispanohablante!</span></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-46226942584010707092011-09-04T14:40:00.000-07:002011-09-04T17:58:36.755-07:00El reto de los treinta libros: día 3 - Un libro que sea un placer culposo<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tercera consigna, bastante peliaguda. A lo que me remite primeramente es a lectura prohibida. A esos libros que, durante la preadolescencia -cuando uno era una bolsa de hormonas revueltas y picantes-, yo quería hojear furtivamente, porque había descubierto que en sus páginas era probable encontrar alguna escena de sexo. Entre ellos puedo mencionar <strong>"Trópico de Cáncer"</strong>, de <strong>Henry Miller</strong>; y algún otro que había en la biblioteca de mi vieja. (A los <strong>Trópicos </strong>los leí ya grandecito, y no hubo tal sensación pecaminosa. Así que no cuentan.)</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Sin embargo, respecto de esta cosa de lo prohibido, el recuerdo más intenso que tengo es de un fanzine argentino, <strong>Otros mundos</strong>, editado por <strong>Horacio Moreno</strong>,<strong> Daniel Bugallo</strong> y <strong>Juan Etchegoyen</strong>. En el nº 2 del mismo figura mi primera publicación, lograda a mis tiernos y fervorosamente cristiano-protestantes 17 añitos: una ilustración para el cuento <strong>"Muerden"</strong>, de<strong> Anthony Boucher</strong>. Pero en el nº 1... <em>¡Mamma mía!</em> En el nº 1 había un cuento del mencionado <strong>Etchegoyen</strong>, ilustrador y escritor, titulado (si mal no recuerdo) <strong>"Los sueños de Marta"</strong>, presentado en el índice como "mera pornografía" (sic.) Una <em>space ópera</em> en el que una astronauta no puede dejar de tener sueños eróticos. Y la computadora de la nave -que escucha pacientemente sus relatos oníricos- decide satisfacerla creando algunos engendros cibernéticos plurimembres (soy claro, ¿no?). Se imaginarán los dibujos que acompañaban a ese relato... De más está decir que los ratones de mi cabeza no corrían, sino que se teleportaban a velocidad luz.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Pero es un fanzine, y tampoco cuenta, aunque haya releído ese cuento mil veces, je.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb5QFiJ1_rO-PptKclJ7ZdiKGJx4PnxG42JFcqMwXdXyFCjYmUHyLhtAMLWkBw1sDkS05LHJne64tRsXYNhtPZbJ-QsO6m8FRYEsrEzrI3j2O4VMMh7JqjYauiL8AO2N0cya5Rv3rXK1o/s1600/Sybil.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb5QFiJ1_rO-PptKclJ7ZdiKGJx4PnxG42JFcqMwXdXyFCjYmUHyLhtAMLWkBw1sDkS05LHJne64tRsXYNhtPZbJ-QsO6m8FRYEsrEzrI3j2O4VMMh7JqjYauiL8AO2N0cya5Rv3rXK1o/s1600/Sybil.jpg" xaa="true" /></a><span style="font-family: Arial;">El libro que elijo para el día 3 es <strong>"Sybil"</strong>, de <strong>Flora Rheta Schreiber</strong>. Yo debería andar por los ventitantos años cuando llegó a mis manos esta terrible ficción que muestra la historia de <strong>Shirley Ardell Mason</strong>, la paciente de Trastorno de Identidad Disociativo más famosa del mundo, al menos hasta hoy. En la novela, ella es mostrada con el falso nombre de <strong>Sybil Dorsett</strong>. El libro inspiró dos películas, ambas llamadas <strong><em>Sybil</em></strong>, también: la primera, de 1976, protagonizada por <strong>Sally Fields</strong>; y la segunda, de 2007, con <strong>Jessica Lange</strong>.</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">¿A qué se debe el placer culposo? Pues al morbo que me causaba enterarme de la seguidilla atroz de terribles abusos sexuales y castigos físicos sufridos por la protagonista, especialmente a cargo de su madre, <strong>Hattie Dorsett</strong> en la novela, <strong>Martha Alicia <em>Mattie</em> Hageman</strong>, en la vida real. <strong>Hageman</strong> fue declarada esquizofrénica, y se supone que los maltratos con los que regó la infancia de su hija propiciaron su trastorno disociativo (Según la novelista, en los archivos de <strong>Cornelia Wilbur</strong> -la psiquiatra freudiana que atendió el caso-, <strong>Shirley Mason</strong> llegó a desarrollar 16 personalidades, incluso dos de las cuales eran identidades masculinas...)</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Los abusos sufridos por <strong>Shirley Mason</strong> incluían desde el mero abuso sexual por parte de su madre (por lo cual esa incestuoso y homosexual); castigos físicos con objetos; enemas; penitencias consistentes en permanecer atada a una silla en una habitación oscura; sometimiento a escena primigénea (contemplación del coito practicado por los padres) durante nueve años (ya que ella durmió hasta esa edad en la habitación de sus padres); exposición a orgías de lesbianismo organizadas por su madre... Una lista bastante negra que muestra de cuánta crueldad y desamor somos capaces los seres humanos. Como victimarios que alguna vez fuimos víctimas y luego replicamos en otros -consciente e inconscientemente- el dolor que no supimos exorcizar a tiempo.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">A esta altura, cabe aclarar que yo no tenía idea del contenido perturbador del libro. Pero una vez que lo empecé, no paré hasta terminarlo, lo que me llevó, más o menos, tres días. Lamento si alguno se ofendió al descubrir mi vena morbosa. Pero lo cierto es que la tengo, como todos ustedes, hipócritas... Je. Hablando en serio, una irresistible tentación me hacía devorar sus páginas, al mismo tiempo la culpa me mordía también, a causa de las perversas imaginaciones que el libro despertaba en mi.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Con el tiempo descubrí que la historia novelada de <strong>Shirley Mason</strong> se ha tornado controversial, al ser revisada por otros terapeutas que aseguran que <strong>Wilbur</strong> trataba de inducir a su paciente a creer y declarar que tenía múltiples personalidades, para satisfacer a los editores de la novela, que al parecer ya habían visto un jugoso filón en el asunto. Y cómo los archivos están sellados por alguna jodida disposición judicial, y tanto <strong>Wilbur</strong> como <strong>Mason</strong> están muertas, quién sabe a ciencia cierta cuánto había de real en el trastorno y cuánto de exageración novelesca y amarillista para azuzar el morbo de los lectores. (Al fin y al cabo esta novela puede haber sido producto de una genialidad del <em>marketing </em>editorial y no de un descubrimiento de la psicoterapia... Lo que no me sorprendería para nada)</span></div><div style="text-align: justify;"></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-78194594565266565632011-09-04T08:56:00.000-07:002011-09-04T12:29:18.308-07:00El reto de los treinta libros: día 2 - Un libro que demoraste en leer<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Supongo que han de ser varios. Lo complicado de esta consigna -elegir un libro que uno haya demorado mucho tiempo en leer-, reside, justamente, en que casi todos ellos han resultado libros olvidables, así que casi no sabría qué poner en el día 2. Aunque hay uno que recuerdo ahora, y que probablemente no sea el que más tiempo me llevó terminar, pero que sí me demandó un esfuerzo magnánimo para llegar hasta el final. Casi diría que lo terminé por amor propio. Y estoy seguro que éste fue el último libro que leí como una autoimposición. Quiero decir: ya no leo más nada que no me cause placer y me atrape, aunque sea medianamente. Prefiero abandonar. (Que nadie se rasgue las vestiduras. Ahora el tiempo vale más que cuando uno era adolescente y el estomago literario se tragaba cualquier cosa, y todo sabía maravilloso...)</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjasD3mPkxCC7bksckijv6LNrLZRFZNVC7NFCjW6uUXYkh5i7E1viZIZX1EYNBL9uTYXr_nEkVJ0Si3cxvK4BfhLXKCpe-w3a6UJg-ANiyKePSsHAfU75A04IgUdACulKDnlSOao0PUA3I/s1600/Heliconia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjasD3mPkxCC7bksckijv6LNrLZRFZNVC7NFCjW6uUXYkh5i7E1viZIZX1EYNBL9uTYXr_nEkVJ0Si3cxvK4BfhLXKCpe-w3a6UJg-ANiyKePSsHAfU75A04IgUdACulKDnlSOao0PUA3I/s320/Heliconia.jpg" width="187" xaa="true" /></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿De cuál libro estoy hablando? De <strong>"Heliconia primavera"</strong>, de <strong>Brian Aldiss</strong>. Vuelvo a reiterar, para quien aún no lo sepa, <strong>Aldiss</strong> (léase "Oldis") es un escritor al que le pongo garra cuando lo leo. Dios </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">sabe que lo intento. Y no siempre salgo decepcionado, pues muchos de sus cuentos son buenos, y algunos muy buenos (varios de los de <strong>"Galaxias como granos de arena"</strong>, por ejemplo.) Pero él es uno de esos casos que se resumen con el axioma que dice que pocos buenos cuentistas son también buenos novelistas.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Aunque mentiría si dijera que ninguna de sus novelas me gustó. <strong>"Frankenstein desencadenado"</strong>, que para muchos es infumable, a mi me agradó bastante. <strong>"A cabeza descalza"</strong> no la leí (y algunos me aseguran que es muy buena, mientras otros me dicen que no pierda el tiempo.) E <strong>"Informe sobre la probabilidad A"</strong> es uno de esos libros que empiezo cada seis meses, pero de los cuales no paso de la página tres o cuatro. </span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Pero lo que nos interesa aquí es <strong>"Heliconia primavera"</strong>. El primer volumen. (Claro, porque se trata de una triología de trisquichicientas páginas, para colmo. Obviamente, luego de haber terminado el primero, ni siquiera intenté mirar las portadas de los tomos II y III: Verano e Invierno.) Yo creo que finalicé la novela, sobre todo, porque mi esposa Vivi me la regaló, y no quería defraudarla, pues sé que ella se toma muy en serio el hecho de obsequiarme un libro de CF. No es muy conocedora del género y por eso averigua todo lo que le es posible antes de elegir, indaga, investiga. Pregunta a los libreros y a mis amigos. Y a veces me regala cosas que me fascinan. Pero en ocasiones no da en el blanco.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Ah, claro. Están esperando que les diga de qué va la historia. Pero es que casi no me acuerdo, je. Aquí va m</span><span style="font-family: Arial;">i remembranza entre las nieblas dolorosas de una lectura pesada y farragosa: se trata de un mundo ubicado en un sistema estelar binario, cuya circunvalación alrrededor de sus estrellas es inmensamente larga. En ese lapso -de miles de años trerrestres-, el planeta pasa por instancias climáticas extremas. Las estaciones duran siglos enteros. Y debido a estas circunstancias excepcionales, la vida en él, puede desarrollarse y acabarse en un sólo año. Con cada resurgimiento, en primavera, las especies dominantes van descubriendo los vestigios de la civilización anterior. Y comienza una evolución que culmina con el desarrollo precientífico. Encima, tenemos una estación de observación de una especie ajena (los terrestres, je, ¿quiénes si no?) que, a escondidas, contempla y retransmite a los auditorios de la Tierra los avatares de los heliconianos.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">El marco es impresionante, sí. Pero la historia no existe. En semejante decorado, con ésta idea casi brillante (vamos, que hay que reconocerle a <strong>Aldiss</strong> que preanunció el concepto de <em>reality show</em>), el autor sólo logra plasmar algún que otro personaje más o menos interesante. Los vínculos son acartonados. Los diálogos, aburridos.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Intentado describir con sumo detalle la fauna y flora del ecosistema heliconiano, creo que <strong>Aldiss</strong> quiso escribir su <strong>"Dune"</strong>, pero no le salió. Como cuando <strong>C.S. Lewis</strong> intentó ponerse a la altura de <strong>Tolkien</strong> y <strong>"El señor de los anilllos"</strong> con su <strong>Trilogía de Ransom </strong>(y falló, claró está).</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Y verificamos una vez más otro axioma, el que dice que cuando un buen cuento se alarga para ser convertido en novela, generalmente el resultado es malo. Digo esto porque <strong>"Heliconia primavera"</strong> nace de un cuento de su autor, <strong>"Criaturas del apogeo"</strong>, que es muy bueno.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">De todos modos les aconsejaría que lo leyeran, porque cada lector es un mundo, tan vasto y complejo como Heliconia. Y porque la sincronicidad entre el autor y el lector es una circunstancia tan etérea que casi diría que responde al azar.</span></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-35194458686126198482011-09-02T19:43:00.000-07:002011-09-06T22:55:10.280-07:00El reto de los treinta libros: día 1 - Un libro que leíste de una sentada.<div align="justify"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlcUWP57a_w6WNHYvcOmQnbN4X0qjfYoumB3-AZoxlrCmG6caZRr-t7pIxBO4R9TtsZtlgaAExXimzFqq-ZcBVXzDyvUH1gHQbk36uAA9JsfWne4zQ6-G5kt8Ac6jHTcj3VXudKqdh4zo/s1600/el-planeta-de-los-simios.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlcUWP57a_w6WNHYvcOmQnbN4X0qjfYoumB3-AZoxlrCmG6caZRr-t7pIxBO4R9TtsZtlgaAExXimzFqq-ZcBVXzDyvUH1gHQbk36uAA9JsfWne4zQ6-G5kt8Ac6jHTcj3VXudKqdh4zo/s320/el-planeta-de-los-simios.jpg" width="202" xaa="true" /></a>Según recuerdo, hay tres libros en mi haber que leí de una sentada. Durante la noche, los tres, sin parar hasta el amanecer, a la luz del velador. Uno fue <strong>"El despertar de los lobos"</strong>, de <strong>Whitley Strieber</strong>; el segundo, <strong>"La isla del tesoro"</strong>, de <strong>Robert Louis Stevenson</strong>; y el tercero, <strong>"El planeta de los simios",</strong> de <strong>Pierre Boulle</strong>. Me ocuparé de este último, porque es, entre los tres, mi favorito, por lejos. </div></div><br />
<div align="justify"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Desde luego que si un libro nos pone a leer sin parar hasta llegar a la contratapa, es porque estamos ante un autor cuya gran virtud es la de atraparte. Una buena historia, personajes fuertes con los cuales nos identificamos rápidamente, una prosa sencilla pero digna y una perfecta combinación de precisas dosis de acción, diálogo y descripción, (recordemos que en las buenas novelas los personajes siempre piensan, sienten, dicen y actúan: no puede haber desbalance entre estos pilares), podrían ser algunas de las características que definen esta virtud de raptar al lector, de abducirlo,a tal punto de que no le importe posponer lo que haya que posponer: una noche entera de sueño, en mi caso. Uno siente como que se largó por un tobogán, del que no hay modo de salir que no sea llegando a la última página. </div></div><br />
<div align="justify"><strong>"El planeta de los simios"</strong> tiene todas estas cualidades maravillosas. Si me apuran, hasta diría que es una de las grandes novelas de CF del siglo XX, ubicada sin dudas entre las cien mejores. Y no hablemos del final: una de las más ingeniosas vueltas de tuerca que conozco. <br />
<br />
<div align="justify">La historia ya es conocida por todo lector asiduo al género. Aunque me permito hacer un comentario que tal vez resulte polémico: no creo que ninguna versión fílmica le haya hecho justicia, sobre todo (y entre otras cosas) porque ninguno respetó a pìes juntillas el final de <strong>Boulle</strong>, que, con mucho, es mejor que el de cualquiera de los guiones. Ni puedo rescatar la versión de <strong>Tim Burton</strong>. Aunque hay que reconocer que el primer film, de 1968, protagonizado por <strong>Charlton Heston</strong> (el "elegido" para las distopías del cine de los 70's: él también aparece en <strong>"Soylent Green"</strong> y en <strong>"El hombre omega"</strong>), que luego dio pie a la serie, se deja ver, es cierto. (Pero no me atrevo a opinar de la precuela estrenada recientemente, o sí: no vale ni el balde de pochoclos con el que se podría justificar el hecho de ir a verla.) <br />
<br />
<div align="justify">Así que, les ruego, a quienes no han leído el libro: no se queden con el celuloide, pues las pelis, francamente, no llegan, ni siquiera, al talón de la novela. Lean el libro, please, que lo pasarán bárbaro. </div></div></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8368007344366512512.post-60122381518173531372009-09-08T15:16:00.000-07:002011-09-03T18:35:42.881-07:00El cumpleaños de Axxon y un grato recuerdo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3GjKy7eoSy6of0Dtvq9ahr09YD3SKl6dI7OtfAo1fZRLRLbuseUZ3Y9WVckyrN9jbdQASLJUc30lf8VNNl7YdcHDVNP1o6GaOmyZyFBfO34bFwoe84ucH02MAXLyW-PnkXElrbbx283k/s1600-h/200tapa+axxon.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5385403575063886866" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3GjKy7eoSy6of0Dtvq9ahr09YD3SKl6dI7OtfAo1fZRLRLbuseUZ3Y9WVckyrN9jbdQASLJUc30lf8VNNl7YdcHDVNP1o6GaOmyZyFBfO34bFwoe84ucH02MAXLyW-PnkXElrbbx283k/s400/200tapa+axxon.jpg" style="cursor: hand; display: block; height: 300px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /></a> <br />
<div align="justify"><span style="font-family: arial;"><strong>Axxon</strong> cumple 20 años y lo festeja con un <a href="http://axxon.com.ar/rev/?p=516"><strong>super especial número 200</strong> </a>que promete ser de re-chupete. Así lo asupician el editorial de <strong>Eduardo Carletti</strong>, las Ficciones Breves ganadoras de la Convocatoria que en su momento había hecho la revista (primeros premios y finalistas); "La canción de Maguerra", novela de <strong>Alejandro Alonso</strong>; y las Cartas axxonicas, que en este antólogico número, lógicamente, destilan una honda emoción y conjuran una multitud de recuerdos muy atesorados, de puño y letra de cada uno de los axxonitas que los protagonizaron.</span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Bastan las lecturas del editorial y de este especial Correo de Lectores para descubrir cuánta historia hay detrás de veinte años, cuántos sueños concretados, cuántas metas aún pendientes, y cuánta fidelidad y amistad, que fueron los cimientos firmes sobre los cuales prosperó el trabajo.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: Arial;">Yo también envié mi humilde misiva. Y allí expreso cuánto significa <strong>Axxon</strong> para mí, y cómo fue que la descubrí. Menciono que lo maravilloso de ese tiempo se debió a una sumatoria de experiencias iniciáticas, ya que, junto con la revista, también conocí la <strong>Fundación Ciudad de Arena</strong> donde <strong>Eduardo Carletti</strong> y <strong>Alejandro Alonso</strong> dictaban el taller "Construcción de Universos". Allí comencé a aprender cómo escribir, a entrenarme para poder trasladar mis ideas de la cabeza o el alma al papel.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: Arial;">Al mismo tiempo que la actualización de <strong>Axxon</strong> (y curiosamente), <strong>Alejandro Alonso</strong> escribió un artículo, <strong><a href="http://www.literaturaprospectiva.com/?p=2196">"El semillero de la CF argentina"</a></strong>, en su columna en <strong>Literatura Prospectiva</strong>, que versa sobre la labor y los frutos de los talleres literarios, tanto presenciales como virtuales, entrevistando a cuatro escritores argentinos muy, pero muy buenos: <strong>Laura Nuñez</strong>, <strong>Germán Amatto</strong>, <strong>Ric Giorno</strong> y <strong>Hernán Dominguez Nimo</strong>, de los cuales, los últimos dos son amigos. La nota está ilustrada con algunas fotos. Y entre ellas se halla esta imagen que me trae hermosos recuerdos:</span></div><br />
<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_XujADRknh4uAI9TCWeKvE1QQ8kTaexhR7K6TjppPS_UO4Tee0ZKNwO1vh8guLDO-we5XzneYzoET55T6NJ5i0ZjGqBdF-w70vVOG6w2LR_8kJtManXE-60vJOTHIVBa51oUjaRFtnZ0/s1600-h/Construcci%C3%B3n+de+universos.bmp"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5379230368933105650" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_XujADRknh4uAI9TCWeKvE1QQ8kTaexhR7K6TjppPS_UO4Tee0ZKNwO1vh8guLDO-we5XzneYzoET55T6NJ5i0ZjGqBdF-w70vVOG6w2LR_8kJtManXE-60vJOTHIVBa51oUjaRFtnZ0/s400/Construcci%C3%B3n+de+universos.bmp" style="cursor: hand; float: left; height: 225px; margin: 0px 10px 10px 0px; width: 300px;" /></a><span style="font-family: arial;"> Aquí estamos en el taller "Construcción de Universos", edición 2005. <strong>Eduardo</strong> está parado en el fondo. En el extremo derecho de la foto se encuentran <strong>Hernán Dominguez Nimo</strong> y <strong>Marcelo Eugenio Shulman</strong>. Yo luzco una camisa rosa que ya pasó a mejor vida. (Me perdonarán, pero no recuerdo los nombres de los otros dos talleristas visibles...)</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: arial;">Fueron dos meses en los cuales, semanalmente, nos reuníamos a escuchar los conceptos de Edu y Ale respecto del arte de elaborar universos literarios verosímiles. De esa forma me enteré que el personaje es la fracción consciente del universo que estamos construyendo; que ambas partes, la consciente y la inconsciente, deben oponerse de alguna forma en el transcurso de la trama; que es necesario hacer fichas de los personajes, lo más completas posible (aunque el lector no llegue a leer todos esos datos, de alguna forma percibirá que es un "ser entero"); que el universo literario debe ser consistente y coherente, y que para ello se deben ensamblar con precisión las leyes reales y las inventadas por el escritor; que es imprescindible reescribir, una y otra vez, hasta que sintamos que el relato está acabado... Y un sinfín de consejos más.<br />
</span><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">De ese taller salió <strong><a href="http://www.ngc3660.es/ngc/creativa/nestordario/consorcio/index.htm">Reunión de consorcio</a></strong>, que ganó una mención en el <strong><a href="http://todoslospremiosandromeda.blogspot.com/2007/06/convocatoria-ao-2005_21.html">Premio Andrómeda 2005</a></strong>, un relato que me enorgullece. Me pareció una buena idea mostrar el primer bosquejo del cuento (el texto que sigue debajo), sólo para ilustrar cuán importante es el trabajo del taller, pues verán que la narración original es muy distinta a su versión acabada, la cual es el producto de muchas, pero muchas reescrituras. Si se toman el trabajo de comparar, podrán darse una idea de lo que les digo. </span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: Arial;">Así que tallereen, que es lo mejor para aprender a escribir. Slds!!!</span></div><div align="justify"><span style="font-family: times new roman;"><strong><br />
Reunión de consorcio</strong></span><span style="font-family: times new roman;"><br />
Dudé antes de cruzar el umbral de la puerta del ascensor. Me cercioré que no hubiera nadie en el palier. Una vez dentro, me vi reflejada infinitas veces en los espejos encontrados. La luz era lechosa, irradiada desde todas partes a la vez. Me pregunté una vez más que pasaría al oprimir el -1. El subsuelo. Era una posibilidad. Sencillamente había decidido ir al subsuelo porque todos aseguraban que el edificio no tenía subsuelo. Por alguna razón, la botonera del ascensor incluía el botón –1. Y por alguna otra razón, más extraña aún, en el edificio nadie parecía estar enterado de esa incongruencia. Ninguno de los viejos bulliciosos y medio sordos que vivían en los seis pisos nunca me había hecho algún comentario acerca del –1; salvo cuando le había preguntado a Gómez, mi vecino del 6°A, un viejo sesentón, engominado y mujeriego.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-¡No, pimpollo, no hay subsuelo en este edificio! ¡Je, je, je…! Lo que pasa es que pusieron la botonera de otro ascensor cuando colocaron este- Pimpollo. Viejo baboso…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">No había subsuelo en el edificio. Bien. Por lo tanto no debía suceder absolutamente nada si pulsaba el –1. Apreté el botón.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">El display de números rojos empezó a titilar. 5… 4… 3… Debía detenerse en la planta baja, pensé… 2… 1… Pero los números seguían trepando por el display… 0… y entonces hubo una trepidación muy leve… –1. Por fin. Noté que el corazón se me aceleraba.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Me miré en los espejos. La transpiración me chorreaba por la cara. Hacía mucho calor, un calor asfixiante. Antes de que se abrieran las puertas pasó una eternidad, luego hubo un leve siseo, y...</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">…Oscuridad y calor. Una amalgama intensa y dulzona de olores: sudor, humo, excrementos y orina. Unas lenguas de luz fluctuante se movieron, mostrándome el techo irregular de una cueva. Entonces escuché las voces. Era un idioma desconocido, hablado a gritos, y el volumen de las voces iba aumentado. Una llama se acercó rápidamente flotando en el aire. Resultó ser una tea que parecía venir cabalgando sobre el brazo de un hombre barbudo, semidesnudo, de quijada prominente, que corría apenas erguido, seguido por dos o tres mujeres sombrías, demasiado peludas, y con grandes senos colgantes, última impresión esta que se acentuaba por la posición encorvada. Todos los gritos iban dirigidos a mí, y aunque ininteligibles, sonaban muy amenazadores.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Apreté el botón de cierre, y antes que las puertas se cerraran por completo, pude ver a la luz trémula de la antorcha unos dibujos primitivos sobre las paredes de la cueva que lindaban con el ascensor. Figuras de cuadrúpedos perseguidas por bípedos armados con lanzas, o algo por el estilo. Los violentos golpes sobre la chapa de la puerta acerada me recordaron que debía salir de allí. Pulsé el 6.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Cuando el ascensor se detuvo, exhalé la respiración contenida. Los espejos me mostraban agitada.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Salí del ascensor y verifiqué que las puertas estaban abolladas. O sea que los golpes habían sido reales, al igual que los puños que las habían golpeado y los poseedores de esos puños; que suponía, tenían que ser los seres cavernícolas que había visto en esa cueva.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Ahora no tenía dudas. Sólo tenía que conocer el impacto.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Al día siguiente nadie hizo ningún comentario acerca las abolladuras en las puertas, lo que hizo que esperara un poco más.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Por eso me sentí aliviada cuando ese mismo día me citaron para participar de una reunión de consorcio. Llegado el momento, obviamente no tuve que relatar lo sucedido, porque todos los ancianos del edificio ya sabían que había bajado al subsuelo.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Bueno, Miller, ahora usted comparte nuestro secreto más celosamente guardado- me dijo Enriqueta Kacheburskyj, la vieja polaca del 4°C, presidenta del consorcio. Tenía unos ojos de un verde lavado donde podía verse como asomaba la telaraña de unas cataratas incipientes. Debajo del pelo pajizo que en otro tiempo debía haber sido rubio, se extendía una maraña de arrugas mayoritariamente verticales. Supongo que es el resultado de un rostro curtido por la amargura. De brazos cruzados, y con señales visibles de profundo descontento por tener que develar un misterio arcaico, la vieja me miró fijamente por sobre los anteojos gruesos con marco de carey y siguió hablando- Usted pudo comprar el departamento 6°B gracias al señor Gómez, quien logró convencernos para que aceptáramos venderle el tres ambientes que había quedado disponible.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Más le valía que los convenciera después de tanto sacrificio. Desgraciado.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Usted es la primera persona en muchos años que compra un departamento en este edificio. Tengo entendido que Gómez le informó detalladamente cuales son las reglas de este consorcio. Pero usted no podía quedarse quieta. Tenía que ir al subsuelo.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">La polaca miró de reojo al viejo, quien, en contraste con ella, estaba arrugado horizontalmente, la frente como una persiana americana, seguramente de tanto reír, puesto que el viejo no podía decir dos palabras sin barbotar por el costado de la boca manchada su “je, je” irritante. De alguna manera, había un reproche insinuado para Gómez, puesto que yo era su protegida frente a los demás. A pesar de los recaudos que tomaba, todos sabían que era un pervertido. ¡Viejo asqueroso! A medida que iba confirmando mis sospechas, más ganas de liquidarlo me venían.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Je, je, je… Miller, le dije que no había subsuelo en este edificio…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Ahora debemos hacerla partícipe de este juego- continuó la vieja mientras se alisaba la pollera marrón y se acomodaba el pulóver escote en “v” color verde, bajo el cual asomaba una camisa abotonada hasta el cuello que había sido blanca, y que ahora amarilleaba por añeja- Dígame ¿por qué fue al subsuelo?</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Todos los ancianos clavaron sus ojos cansados en mí. Me sentía como si estuviera rindiendo cuentas frente a mis treinta abuelos malhumorados por una travesura de nieta consentida. Me sonrojé.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Sólo por curiosidad, señora…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-¿Sería usted tan amable de contarnos lo que vio?</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Pues… realmente no estoy segura de lo que vi…- Fingí que dudaba porque siempre es recomendable obtener más confirmaciones antes de actuar. Y porque quería indagar un poco más.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Sólo cuéntenos. Sin temor.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Bueno, tras las puertas del ascensor creo haber visto una cueva prehistórica…- dije, titubeando.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Entonces el loop ha comenzado nuevamente- le dijo a la polaca un viejo de cuerpo menudo y enjuto, que ocultaba la calvicie bajo una boina grasienta y hablaba con acento inglés. Se llamaba O’Reilly.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Loop… Bingo. Pero quería averiguar un poco más.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Kacheburskyj ignoró al inglés, y me siguió interrogando.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-¿Pero vio alguna persona, MIller?- La voz de la vieja denotaba impaciencia.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Pues… Sí, si. Al menos parecían personas. Un hombre con una antorcha y unas dos o tres mujeres. En realidad, su apariencia era la de hombres prehistóricos. Supongo que así se habrían visto los neandertales. Eran peludos, estaban casi desnudos, y hablaban (o mejor dicho, gritaban) un idioma gutural.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-¡Mujeres primitivas! ¡Eso si sería algo nuevo! Je, je, je…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-¡Basta, Gómez! Te recuerdo que tú insististe en meter a la joven en el edificio. Y espero que no intentes hacer lo que estás pensando con ese cerebro asqueroso. Miller, ¿no salió usted del ascensor?</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-¡No! No tuve el valor…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Entonces usted no trajo nada de ese sitio, ¿no?</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-No.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Bien- El alivio se pintó en la cara fruncida de la vieja polaca- ¿Podría alguien explicar a la jovencita de que se trata todo esto? Gracias.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Ahora venía lo bueno.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Todos esperaron en silencio, reticentes, hasta que bajo la mirada instigadora de Kacheburskyj, O’Reilly respondió a la pregunta:</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Ese ascensor es una especie de máquina del tiempo. Para ser exactos, se trata de un loop en el continuo espaciotemporal… Un ciclo que se repite infinitamente…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Y me soltaron una explicación aburridísima…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Que el dispositivo sustentaba un campo en el cual se había encapsulado un segmento comprimido del continuo espaciotemporal. Que ese segmento se reproducía una y otra vez, y que podíamos verlo como una película que se pasaba infinitas veces, sólo que ese flujo cronológico alterno discurría más velozmente que el tiempo normal. Que el segmento del continuo espaciotemporal que se repetía en el ascensor estaba comprendido entre algún día perdido en la prehistoria y el hoy. Que el loop se iba acrecentando día a día y cada vez se demoraba un poco más en completar el ciclo…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Es como si la longitud de la cinta de esta película que se proyecta sin cesar fuera aumentando, entonces cada vez la película es más larga y hay más imágenes para mostrar- dijo en un momento el viejo llamado Cristóbal, del 3°C, mientras mordisqueaba su pipa. Buena analogía la de la película cuya duración aumenta.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Y me siguieron explicando que, sencillamente, había que saber con precisión en que momento apretar el -1, para caer en el “cuando” buscado. Un error de segundos podía costar años enteros. En cuanto al “donde”, se utilizaba también la botonera para ingresar las coordenadas del lugar al que se quiere arribar, pero con códigos más complejos… En fin, me sentía una estúpida al fingir asombro. Recuerdo que el escocés se acomodaba continuamente la boina y Cristóbal mordía ansiosamente su pipa mientras disertaban. Por último habló la vieja polaca.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Creemos que se trata de un artefacto que ha sido olvidado en el pasado de alguna civilización muy avanzada (que, suponemos, es nuestro presente) por alguna causa que no conocemos. Todo esto lo hemos deducido al leer las instrucciones que hemos hallado en una placa de titanio oculta en un panel del ascensor.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Pregunté:</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-¿Qué esperan de mí, al contarme todo esto?</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-Su complicidad para seguir manteniendo en secreto el uso que le damos al ascensor. ¿Nunca se ha preguntado Miller porque somos todos ancianos en este edificio? Seguramente que sí. Ahora responderé yo a su interrogante…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Pero no estaba dispuesta a oír más explicaciones. Levanté mi mano derecha y tracé un arco en el aire con la palma abierta… El congelador. Todos los viejos se quedaron duros, petrificados. Sólo desperté a la polaca, pero la dejé inmovilizada. Puse mis anulares sobre sus ojos gastados. Su mirada decía que estaba asustada. Su mente era como un ratón desquiciado corriendo de un extremo a otro en una jaula estrecha. Sé que es duro estar consciente en medio de la cronosuspensión. Pero la vieja era fuerte, iba a aguantar. Y yo necesitaba saber.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Cerré los ojos. Las imágenes empezaron a fluir velozmente por mi cerebro. Demasiado rápido. Presione suavemente sobre las órbitas de la vieja. Me relajé. Entonces el flujo aminoró. Y empecé a escuchar la voz interna de la polaca…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;"><em>Todos somos supervivientes… mmm… Yo escapé de Auschwitz en 1943… Oh, Dios. O’Reilly del Titanic…. 1912… mm-mmm… Cristóbal Blatter del zeppelín Hindenburg… 1937… Don Osvaldo Lepori de la ESMA…. Gobierno militar año 1977… Oh, Dios, oh Dios. Que me está haciendo… mmm-m… Augusto Bercozzi, ex policía asesinado en un asalto… 1955…. Elena Gregorio, un ómnibus sin frenos… 1962… González, baleado en un cabaret… 1935… Por Dios, que me está haciendo… m-m-mmm-m…</em></span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Seguí sondeando, seguí sondeando, hasta que en lo profundo hallé un núcleo luminoso. Me sumergí en él…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;"><em>Mi nieta, Olga Kacheburskyj… m-mm-m-mmm….</em></span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Abrí los ojos. Ahí estaba la nieta, sentada en un sofá. Una de las viejas que había congelado. Sus ojos eran verdes como los de la polaca… Volví a cerrar los míos antes que el flujo se debilitara. Presioné un poco más sobre las cejas de la vieja, y entonces también gusté, palpé y olí. Logré entonces una empatía casi completa. Ahora a través del estrecho vínculo abuela-nieta, yo podía ser la nieta de Kacheburskyj…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;"><em>Bajo al subsuelo en el ascensor… las puertas se abren… atravieso el esfínter en el espaciotiempo… Oh, Dios… No por favor… Por favor… qj-quej-qjj… me meto en la cámara de gas… Que horror, que horror… Dios ayúdame a encontrarla… la busco entre los cuerpos flacos y desnudos… qq-qejq… todos me aferran y piden ayuda… entre los gritos de horror… ahí está mi abuela… por Dios… parece asfixiada… qj-quej-qjq…</em></span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Hubo un destello, y fui expulsada del núcleo. Estaba llevando a la vieja al límite de su resistencia emocional. Pero insistí un poco más. Ahora yo era la Enriqueta Kacheburskyj de 1943…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;"><em>Me ahogo, por Dios, me ahogo… oscuridad, luz, oscuridad… mm-mmm-m… veo a una joven que se acerca… me carga al hombro sin mucho esfuerzo… y traspasamos un umbral… m-mm-mmm…</em></span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Luz… y oscuridad nuevamente… Y ahora yo era la Enriqueta Kacheburskyj del presente…</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;"><em>Qué pesadilla para mi chiquita… Y ahora usted, Miller, tiene el privilegio de conocerme… </em></span></div><em><br />
</em><span style="font-family: times new roman;">Me sobresalté. Extrañamente, la voz interna de la vieja empezó a dirigirse a mí, hablando sin tartamudeos. Era rara la sensación de desdoblamiento. Por un momento pude sentir como la figura borrosa que tenía enfrente de mí me oprimía la cabeza con sus dedos. Eso sólo podía significar una sola cosa: me había sobrepasado. La había matado, y los vestigios de su energía psíquica discurrían ahora sin sufrir las distorsiones de una plataforma orgánica. Ya no había cerebro, ya no había cuerpo, e instintivamente y sólo por un segundo, mi cuerpo tendió a cobijar esa energía. La liberación del alma. Tenía que aprovechar esa última inercia. Apreté con más fuerza sobre sus ojos verdes, ahora sin vida, y me dolieron los párpados, pero la vieja me habló…</span><br />
<div align="justify"></div><br />
<div align="justify"><em><span style="font-family: times new roman;">Según los registros yo estoy muerta. Pero ya ve, hemos infringido las leyes del destino. Todos nosotros somos infractores. Somos una anomalía. No sólo nosotros, que regresamos de la muerte, sino también los rescatadores. Mire a mi nieta. Tiene treinta años, pero parece una vieja. Es el altísimo precio que pagó por rescatarme. Esos minutos de tiempo comprimido en Auschwitz significaron varias décadas para su cuerpo. En mi caso, tenía veinticinco cuando estaba muriendo en la cámara de gas, han pasado más de catorce años desde mi rescate. Por lo tanto hoy tengo treinta y nueve años. Pero también luzco como una anciana. El traspaso por el esfínter espaciotemporal me avejentó casi instantáneamente, a causa de las severas distorsiones fisiológicas que produce el disloque cronológico. A todos los rescatados nos pasó lo mismo. Aunque no nos podemos quejar. Fuimos devueltos a la vida para vivir una vejez prematura, pero estamos vivos al fin de cuentas. Y en cierto modo, hasta podríamos decir que somos felices…Todos en este consorcio podríamos contarle una historia parecida… Nuestros hijos, sobrinos, y nietos, los habitantes originales de este edificio, hallaron la inscripción en el ascensor, y pusieron en marcha el dispositivo. Ellos nos rescataron, jovencita. Nos rescataron de la muerte… Porque nosotros deberíamos estar muertos, Miller… Yo fui la primera. Y luego mi nieta y yo organizamos los siguientes rescates. Nos rebelamos al destino de muerte…</span></em></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Y el flujo se agotó, diluyéndose suavemente, y el ente que había sido Enriqueta Kacheburskyj se integró al tejido universal del continuo; como si una paz infinita se abatiera sobre ella y por fin fuera absuelta de su pecado: cambiar los designios de… ¿el destino…? ¿Dios…?</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Retiré mis anulares de su cabeza, y el cuerpo se desplomó inerte sobre la alfombra. Todos los viejos seguían congelados, duritos. Había averiguado todo lo que quería saber. Actué rápidamente, ya nada tenía que hacer allí. Salí del departamento en el cual estábamos reunidos. En cada piso coloqué explosivos en las puertas del ascensor. Por último retiré la placa de titanio que, efectivamente, estaba escondida debajo de uno de los paneles.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Tuve que refrenar las lágrimas al pensar en la vieja y su nieta; y en las otras historias, que no conocía, pero que podía entrever. Los viejos que habían muerto, y sus hados que los rescataban antes de morir usando el ascensor. Uso novedoso, por cierto, para un transpositor espaciotemporal.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Aún faltaba una cosa más. Me acerqué a Gómez. Sin descongelarlo, lo desperté. Le bajé los pantalones y le vacié el cargador en la entrepierna, mirándolo a los ojos aterrados con toda la furia de la que fui capaz.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">-¡Viejo asqueroso, viejo asqueroso…!</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Sintiéndome un poco mejor, bajé por las escaleras y salí a la calle. El día era soleado. Me decidí firmemente a no acatar nunca más órdenes que me rebajaran. Ningún maldito transpositor olvidado por los estúpidos de Logística valía tanto como para que me dejara violar por ese viejo cerdo para poder entrar en el edificio… Pero, claro, debemos evitar a cualquier precio que nuestra tecnología sea usada inadecuadamente por los primitivos… Idiotas.</span></div><br />
<div align="justify"><span style="font-family: times new roman;">Supe luego que la explosión se había escuchado a cincuenta cuadras de distancia. No aguante más y lloré.</span></div></div><br />
<div></div>nestordariushttp://www.blogger.com/profile/12685483633188805319noreply@blogger.com1