En esta bitácora personal, un poco de todo aquello que me define. Impresiones, expresiones, descompresiones. CF, fantasía, terror. Música. Vida. Y otras yerbas...

martes, 2 de junio de 2009

Ceder la batuta

Durante tres meses no he escrito nada en este diario personal y público.

Tres meses es mucho tiempo: una era, cientos de eones, si se quiere. Depende del punto de vista. Todo es cuestión de perspectiva, de la conciencia que se quiera tener de la magnitud temporal. En algún momento de la historia diseccionamos a Cronos. Inventamos así la cronología y los relojes se transformaron en nuestro grilletes. Haber fragmentado el tiempo nos hace sentir o parecer cuerdos. Nos otorga una falsa sensación de control sobre el devenir. ¡Tonta ilusión! El tiempo -no importa si se trata de un milenio o un segundo- te devora. Es aplastante.

En tres meses un universo de telaraña anidó en una de las esquinas del cielorraso de mi living, sus enrevesadas y tenues redes abiertas a la existencia. En estos noventa días, miles de ideas casi lograron nacer en mi cabeza. Pero sólo algunas vieron la luz. Durante estas nueve mil ciento sesenta horas, incontables armónicos -todos ellos inadvertidos por mis sordos sentidos rehogados en la rutina- danzaron sobre las cuerdas de mis guitarras.

(Hay más música en ellas cuando no las toco; cuando esperan en la duermevela del placard, resonando con las vibraciones que, desde el asfalto, suben por los cimientos del edificio; cuando la humedad y el frío tardío de este otoño cosquillean sobre su cuerpo de madera. Al tomarlas descubro que la música que yo creo estar haciendo, en realidad, nació antes, una gestación de silencios acumulados. Tal vez el instrumento interpreta al músico, buscando fijar dentro de su testaruda mente y en su músculos torpes los ideales esquemas musicales que entrevió en la oscuridad.)

(La cuidad es un instrumento cuya música ficta nos matará si no aprendemos a dominar sus sonidos cacofónicos. Todo parece indicar que un desconcertante concierto de aniquilación sacudirá al planeta en algún momento, a menos que aprendamos a interpretar con maestría las cuerdas de la vida. No queda mucho margen para seguir desafinando.)

Tres meses son mucho tiempo. En este lapso empecé el ciclo lectivo en el Colegio Secundario Presencia Villa devoto (ahora dicto los talleres de Convivencia y Expresión musical: lidiar con los chicos es agotador y esperanzador a la vez.)

El pasado 26 de mayo, mi hija Micaela cumplió ocho años... (El tiempo te devora.) Y le regalamos una guitarra criolla de estudio. Muy oronda, se sienta con su guitarrita rosa, plagada de imágenes de Hello Kitty, apoyada en el regazo -¡a lo Jeff Healey!- y comienza a canalizar la salvaje marejada de disonancias que se baten a duelo en este mundo. Lo hace con inocencia y con ciencia, con la ingenuidad de alguien que lo sabe todo.

(La intuición de los niños se ampara en su sencillo mundo. Ellos pueden ser los mesías que necesitamos.)

Si vieran el brillo en sus ojos cuando toca... Se convencerían de que esta sinfonía puede tener final feliz.

(¿Qué esperamos para ceder la batuta?)



lunes, 1 de junio de 2009

Estar en movimiento

Sabía que esto iba a pasar.

Hace exactamente 90 días que no hago una nueva entrada en mi blog.

Pero hoy retomo la sagrada tarea del Perito de la Bitácora, y le doy trabajo a mis riborecs. Y lo hago comentando las novedades de mi periplo como escritor de CF.

En primer lugar, el escritor Salvador Arnau me ha invitado a participar de su Frankenstein desencadenado, el blog Bohemia Erase..., una especie de miscelánea titánica donde publica una horda multitudinaria de personas. Confieso que entrar allí me ha dado un pelín de pánico... Pero de todos modos colgué algo en el blog: "Adelantado", el primer poema de la serie que conformará el Poemario de Tünngrel, con el cual vengo amenazando desde hace mucho... Pero no teman, porque lo tengo bastante abandonado, como es mi (mala) costumbre.

Por otro lado, he tenido el gratísimo honor ("gratísimo" suena a algo de índole culinaria, como "gratinado", ¿no? ¡Gratissimo!) de ser entrevistado por M.C. Carper para el portal Forjadores. net. Lindo, lindo. Sólo que hablé mucho. Pero bueno, eso es un defecto que algunos halagan, y una virtud que otros critican. No se puede vivir agradando a todo el mundo. Aquí pueden leer la entrevista.

Ahora bien, algo que me entusiasmó más de la cuenta es que el sitio Literatura Prospectiva (un portal que se las trae: si quieren saber qué pasa -y qué pasará- en la CF y en la literatura del género fantástico en español, no pueden dejar de visitarlo, mínimamente, una vez por semana) me publicaron un artículo: "Signos de madurez: forjando el futuro de la CF hispanoparlante". ¡Me acaban de estrenar como articulista!

Y como para coronar todo esto con una frutillita, el mismo artículo y mi relato "Dreamtheatre" aparecieron en el n° 2 de la revista Próxima, candidata -según mi criterio-, a transformarse en la mejor revista de CF en papel entre las que se publican en Argentina. (¡¡Felicitaciones, Laura!!)



Y en el Encuentro Porticano celebrado el día 31 de mayo, en la confiteria Pertutti, en Pueyrredón y Córdoba, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Teresa Pilar Mira de Echeverría y yo pudimos firmar ejemplares del flamante número. He aquí una imagen de tan magno evento:




De izquierda a derecha y de arriba abajo: Yo (el burro por delante), Teresa Pilar Mira (la Le Guin argentina); su esposo: el vasco a muerte Guillermo Echeverría; Pablo... (¿? Lindo momento para descubrir que no sé su apellido...); Gustavo Campanelli (el jovial GeDeCe); Gustavo Villada (cordobés de pura cepa); Laura Ponce (¿qué puedo decir?) y Matt Shield (el genial creador del alien Federico.)


¡Así que puedo afirmar que sigo en movimiento, lo cual ya es mucho decir! No voy a parar de escribir, me repito cada día. Aunque cueste, y a pesar de que, por momentos, no crea en lo que hago. No voy a parar.