En esta bitácora personal, un poco de todo aquello que me define. Impresiones, expresiones, descompresiones. CF, fantasía, terror. Música. Vida. Y otras yerbas...

viernes, 2 de septiembre de 2011

El reto de los treinta libros: día 1 - Un libro que leíste de una sentada.

Según recuerdo, hay tres libros en mi haber que leí de una sentada. Durante la noche, los tres, sin parar hasta el amanecer, a la luz del velador. Uno fue "El despertar de los lobos", de Whitley Strieber; el segundo, "La isla del tesoro", de Robert Louis Stevenson; y el tercero, "El planeta de los simios", de Pierre Boulle. Me ocuparé de este último, porque es, entre los tres, mi favorito, por lejos.

Desde luego que si un libro nos pone a leer sin parar hasta llegar a la contratapa, es porque estamos ante un autor cuya gran virtud es la de atraparte. Una buena historia, personajes fuertes con los cuales nos identificamos rápidamente, una prosa sencilla pero digna y una perfecta combinación de precisas dosis de acción, diálogo y descripción, (recordemos que en las buenas novelas los personajes siempre piensan, sienten, dicen y actúan: no puede haber desbalance entre estos pilares), podrían ser algunas de las características que definen esta virtud de raptar al lector, de abducirlo,a tal punto de que no le importe posponer lo que haya que posponer: una noche entera de sueño, en mi caso. Uno siente como que se largó por un tobogán, del que no hay modo de salir que no sea llegando a la última página.

"El planeta de los simios" tiene todas estas cualidades maravillosas. Si me apuran, hasta diría que es una de las grandes novelas de CF del siglo XX, ubicada sin dudas entre las cien mejores. Y no hablemos del final: una de las más ingeniosas vueltas de tuerca que conozco.

La historia ya es conocida por todo lector asiduo al género. Aunque me permito hacer un comentario que tal vez resulte polémico: no creo que ninguna versión fílmica le haya hecho justicia, sobre todo (y entre otras cosas) porque ninguno respetó a pìes juntillas el final de Boulle, que, con mucho, es mejor que el de cualquiera de los guiones. Ni puedo rescatar la versión de Tim Burton. Aunque hay que reconocer que el primer film, de 1968, protagonizado por Charlton Heston (el "elegido" para las distopías del cine de los 70's: él también aparece en "Soylent Green" y en "El hombre omega"), que luego dio pie a la serie, se deja ver, es cierto. (Pero no me atrevo a opinar de la precuela estrenada recientemente, o sí: no vale ni el balde de pochoclos con el que se podría justificar el hecho de ir a verla.)

Así que, les ruego, a quienes no han leído el libro: no se queden con el celuloide, pues las pelis, francamente, no llegan, ni siquiera, al talón de la novela. Lean el libro, please, que lo pasarán bárbaro.