En esta bitácora personal, un poco de todo aquello que me define. Impresiones, expresiones, descompresiones. CF, fantasía, terror. Música. Vida. Y otras yerbas...

lunes, 19 de septiembre de 2011

El reto de los treinta libros: día 15 - Un libro que hayas amado hace años y del que hoy reniegas

No hay muchos libros de los que reniegue. En líneas generales, los que no volvería a leer son los que de entrada tampoco me impactaron mucho. Pero de casi ninguno diría que reniego. Casi. Por eso para la premisa del día 15, luego de mucho pensar, decidí elegir a Isaac Asimov y su “Preludio a la Fundación”.

¿Por qué? Bueno, convengamos en que a Asimov se lo puede leer entre los 15 y 20 años, y luego ya no, a menos que uno no se haya curtido como lector de CF con el paso de los años. O a menos que, por alguna ignota razón, uno se convierta en un fanático empedernido del Doc. Y eso que reconozco que me ha hecho vivir maravillosos momentos durante la pubertad, como lo dejo clarito en "Nueva Biblia Pantemporal", un homenajito hecho de todo corazón.

Específicamente, “Preludio…”, me pareció entretenido en su momento, no lo niego. Y el personaje de Eto Demerzel, que termina siendo ni más ni menos que el robot Daneel Olivaw, es más que bueno. Pero lo que no soporto hoy es la terca insistencia de Asimov con respecto a las reglitas de cálculo para hacer prospectiva psicohistórica, algo por demás anacrónico, terriblemente anacrónico. Y además hay otra cosa que me hace ruido con respecto de la saga de Fundación: en semejante universo, tan vasto, lleno de tantos mundos, ¿por qué no aparece una especie alienígena nunca, en ningún lugar? Eso me molesta muchísimo. Es obvio el motivo: una civilización no humana lo hubiera liado a Hari Seldon, complicándole la psicohistoria hasta niveles absurdos. ¡Ya te querría ver con las reglitas de cálculo tratando de hacer previsiones en un Imperio dónde hay robots, cientos de mundos humanos y otros tantos mundos alienígenas! Imposible.

Asimov trata de justificarse con la invención de El Mulo. Un mutante nacido en Gaia (donde todos son perfectos, así que no entiendo qué justifica la supuesta anomalía que representa él), que puede manipular las emociones, y por lo tanto, desbaratar las deducciones psicohistóricas. (Imagínense cuánto más imporedecible sería el devenir para Seldon si hubiera alienígenas.) Pero no basta. Al menos para mí. No me convence. Huelga decir que no leí ningún libro más de la serie de Fundación.

Mis disculpas a los fans del Doc, si es que herí susceptibilidades.

4 comentarios:

  1. Yo apenas estoy comenzando con la saga, el primer libro. Lo de la falta de alienigenas ya lo había percibido. hay un monton de cosas que me hacen ruido, pero aún así me va gustando

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  2. La total ausencia de alienígenas es un tema que se toca y es muy importante al final de Fundación y Tierra.

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  3. Gracias por el dato, Ripley. No sabía que se explicaba al final de la saga. Un abrazo.

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